11.SURA DE HUD

سُورَةُ هُودٍ

Último periodo mequinense

Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim

(1) Alif, Lam, Ra[752] –un Kitab[753] en el que han sido inscritas firmemente y protegidas las aleyas que contiene, y más tarde clarificadas por uno que es Sabio y Conocedor de todos los registros (2) para que no deis poder a otro que a Allah. “He sido enviado a vosotros como un advertidor y portador de buenas nuevas (3) para que pidáis perdón a vuestro Señor y luego os volváis a Él arrepentidos de forma que os permita disfrutar de las cosas buenas hasta un plazo fijado. Cada uno recibirá aquello que le corresponda. Mas si os apartáis, temo para vosotros el castigo de un Día nefasto. (4) A Allah habréis de regresar. Él tiene el poder sobre todas las cosas[754].” (5) ¿Acaso no se repliegan sobre sí mismos para ocultarle sus sentimientos? ¿Acaso piensan que no sabe, cuando se cubren con sus vestidos, lo que guardan en secreto y lo que divulgan? Él conoce lo que cada uno alberga en su interior, y según ese conocimiento actúa. (6) No hay criatura que se mueva sobre la faz de la Tierra a la que Allah no provea. Sabe cómo se han producido[755]. Todo está registrado en un Kitab inalterable[756]. (7) Es Él Quien ha creado los Cielos y la Tierra en seis días, y ha establecido Su Arsh sobre el agua[757] para ver quién de vosotros actuaría con mayor rectitud. Si les dices que resurgirán a la vida después de haber estado muertos, los encubridores te dirán: “Eso claramente sería magia incuestionable.” (8) Si les retrasamos el castigo hasta un plazo determinado, seguro que dirán: “¿Qué lo retiene?” ¿Acaso el día que les llegue podrán apartarse de él? Aquello de lo que se burlaban los tendrá sitiados. (9) Si le hacemos gustar al hombre –insan– Nuestra rahmah y luego se la arrebatamos, se desespera y encubre Nuestros favores. (10) Mas si le hacemos probar la dicha después de haber sufrido una desgracia, ten por seguro que dirá: “Todos los males se han alejado de mí.” Se siente feliz y se jacta de ello. (11) Mas no es esa la forma de proceder de los que resisten y actúan con rectitud. Para ellos habrá perdón y un enorme galardón. (12) Pudiera ser que dejaras parte de lo que se te ha inspirado[758] y que tu pecho se angustiara porque dicen: “¿Cómo es que no se ha hecho descender para él algún tesoro o va acompañado de un malak?” Tú no eres, sino un advertidor. Es Allah el Custodio de Todas las Cosas. (13) O dicen: “Lo ha inventado.” Diles que si en verdad creen en lo que dicen, que traigan entonces diez suras como éstas y busquen la ayuda de quien quieran de esos a los que dan poder en vez de a Allah. (14) Mas si no os responden, sabed que se ha descargado con el conocimiento de Allah y que no hay ilah, sino Él. ¿Vais, pues, a someteros –muslimun? (15) A los que quieran la vida de este mundo y su fausto les pagaremos debidamente por las obras que hayan realizado en ella, y mientras allí permanezcan, no se lesionarán sus derechos, (16) pero en Ajirah no cosecharán, sino fuego. De nada les servirán en él sus fabricaciones, y fútiles habrán sido sus obras. (17) Quienes se apoyan en la clarificación que les ha llegado de su Señor y lo recitan siendo testigos de su veracidad –y ya antes se había revelado el Kitab de Musa como guía y rahmah– creen en él, pero aquéllos de los coaligados[759] que encubran su veracidad que sepan que el fuego será su lugar de encuentro. No tengas ninguna duda acerca de ello, pues es la verdad que te llega de tu Señor. Sin embargo, la mayoría de la gente –nas– no cree. (18) ¿Y quién puede haber más infame que quien forja embustes sobre Allah? A esos se les hará comparecer ante su Señor y dirán los testigos[760]: “Estos son los que fraguaron mentiras contra su Señor.” ¿Acaso la maldición de Allah no alcanzará a los infames? (19) Esos que ponen obstáculos en el camino de Allah para hacerlo tortuoso y encubren la verdad de Ajirah[761]. (20) No podrán librarse en este mundo de lo que les ha sido decretado ni tendrán aparte de Allah en quien apoyarse. Se les doblará el castigo. No entendían lo que escuchaban ni eran conscientes de lo que veían. (21) Esos son los que se han perdido a sí mismos. Las falsedades que habían forjado les han extraviado. (22) Sin duda que en Ajirah serán los mayores perdedores. (23) Mas los que crean, actúen con rectitud y a su Señor se dirijan con humildad serán los que entren en el Jardín. En él morarán para siempre. (24) Estos dos grupos difieren entre sí como los ciegos y los sordos difieren de los que ven y oyen. ¿Acaso son iguales si los comparamos? ¿Es que no vais a recapacitar? (25) Enviamos a Nuh a su gente para que les aleccionara: “He venido a vosotros para exhortaros a la verdad y clarificaros aquello de lo que no tenéis conocimiento, (26) y para que no adoréis a otro que a Allah, pues temo que si lo hacéis os llegue el castigo de un Día doloroso.” (27) Dijeron los principales de su gente, los que encubrían la verdad: “No vemos que seas, sino un humano –bashar– como nosotros ni vemos que te sigan, sino los de condición más baja[762], los que no tienen opinión propia, ni tampoco vemos que seáis superiores a nosotros en nada. Antes bien, os tenemos por unos farsantes.” (28) Les dijo: “¡Gentes de este lugar! Considerad el hecho de que me apoyo en la clarificación que me ha llegado de mi Señor y en Su rahmah, algo que a vosotros os ha sido velado. Ahora, decidme: ¿Podemos acaso obligaros a que la aceptéis aun detestándola? (29) ¡Gentes de este lugar! No os pido nada a cambio, pues retribuirme Le corresponde únicamente a Allah. No soy quien para rechazar a los que creen, pues en verdad que habrán de encontrarse con su Señor. Mas veo que sois gente ignorante. (30) ¡Gentes de este lugar! ¿Quién me defendería de Allah si los rechazase? ¿Es que no vais a recapacitar? (31) No os digo que posea las despensas de Allah ni que conozca el Ghaib ni digo que sea uno de los malaikah ni que les vaya a decir a aquéllos a quienes despreciáis que Allah no les va a dar ningún bien, pues Allah sabe mejor lo que hay en sus nafs. Si lo hiciera, sería de los infames.” (32) Dijeron: “¡Nuh! Ya has polemizado bastante con nosotros. Haz que se hagan realidad tus amenazas, y prueba así la veracidad de tus palabras.” (33) Les respondió: “Tened por seguro que se harán realidad si esa es la voluntad de Allah, y no podréis impedirlo. (34) Si es la voluntad de Allah el extraviaros, mi guía, aunque quiera guiaros, no os servirá de nada. Él es vuestro Señor y a Él habréis de volver.” (35) O dicen: “Lo ha inventado.” Aclárales que si lo has inventado, sólo tú serás responsable de tal maldad, de la misma forma que eres inocente de las maldades que ellos cometan.” (36) Le fue inspirado a Nuh: “Nadie más de tu gente creerá, salvo los que ya han creído. Mas no te sientas abatido por su forma de actuar. (37) Construye la nave bajo Nuestra supervisión según te inspiremos y no me hables en favor de los infames, pues en verdad que van a perecer ahogados!” (38) Construía la nave según Nuestras indicaciones. Cada vez que pasaban por delante de él los principales de su gente se burlaban. Les dijo: “Ahora os burláis de nosotros, pero pronto nos burlaremos de vosotros. (39) Ya sabréis a quién le sobrevendrá un castigo humillante y sobre quién se desatará un castigo que no cesará jamás[763].” (40) Hasta que se hizo realidad Nuestro plan y el agua salía a borbotones del tannur[764]. Le dijimos: “Sube a la embarcación dos parejas de cada especie, a tu familia –excepto a uno contra el que ya se ha dictado su suerte– y a los que crean.” Mas no creyeron con él, sino unos pocos. (41) Dijo: “¡Embarcad en ella y que en el Nombre de Allah sea su curso y su anclaje! Es cierto que mi Señor es el Perdonador, el Compasivo.” (42) Navegaba con ellos[765] entre olas como montañas. Entonces Nuh llamó a su hijo que se había alejado: “¡Hijo mío! Embarca con nosotros y no estés con los encubridores[766].” (43) Dijo: “Me refugiaré en alguna montaña y me protegeré así del agua.” Le dijo: “Hoy no habrá nadie que pueda escapar al designio de Allah, excepto aquel de quien se tenga misericordia.” Y las olas se interpusieron entre ambos, pereciendo aquel ahogado. (44) Se ordenó: “¡Tierra, absorbe tu agua! ¡Cielo, desiste!” El agua desapareció gradualmente, se cumplió el plan y la nave se asentó sobre el yudi[767]. Se dijo: “¡Que mueran los infames!” (45) Nuh llamó a su Señor y le dijo: “¡Señor mío! Mi hijo es parte de mi familia, y Tu promesa es verdadera. Tú eres el Más Sabio de los soberanos.” (46) Dijo: “¡Nuh! Ten por seguro que él no es de tu familia ni es de los virtuosos. Así pues, no me pidas explicaciones de aquello sobre lo que no tienes conocimiento. Te exhorto a que no seas de los ignorantes.” (47) Dijo: “¡Señor mío! Me refugio en Ti de pedirte explicaciones sobre aquello de lo que no tengo conocimiento. Si no me perdonas y tienes rahmah de mí, seré de los perdidos[768].” (48) Se dijo: “¡Nuh! Desembarca y que sea con Nuestro saludo de paz. Sobre ti las bendiciones y sobre las umam que surjan de los que están contigo. A unas de esas umam las dejaremos vivir por un tiempo ocupadas en sus quehaceres, disfrutando de los favores que les concederemos, y luego les infligiremos un doloroso castigo[769].” (49) Esto que te inspiramos son noticias del Ghaib[770]. Antes no tenías conocimiento de ellas ni tampoco tu gente. Resiste, pues la victoria final es para los que toman en serio Nuestras advertencias. (50) A los Ad enviamos a su hermano Hud para que les advirtiera: “¡Gentes de este lugar! Adorad a Allah. No tenéis otro ilah que Él. No habéis hecho, sino forjar embustes. (51) ¡Gentes de este lugar! No os pido nada a cambio. Retribuirme le corresponde únicamente a Aquel que me ha creado. ¿No vais a razonar? (52) Os exhorto –¡Gentes de este lugar!– a que pidáis perdón a vuestro Señor y os volváis a Él arrepentidos. Os enviará del cielo abundantes lluvias y añadirá poderío al que ya tenéis. No os desentendáis como hacen los nefarios.” (53) Dijeron: “¡Hud! No has venido a nosotros con una clara evidencia. Por lo tanto, no esperes que vayamos a abandonar a nuestros alihah[771] por lo que tú nos digas. No creemos en ti. (54) Más bien tenemos la impresión de que alguno de nuestros alihah te ha poseído.” Replicó Hud: “Pongo a Allah por testigo y testificad asimismo vosotros de que nada tengo que ver con lo que asociáis (55) aparte de Él. Así pues, tramad todos contra mí sin más demora. (56) A Allah me encomiendo, mi Señor y el vuestro.” No hay ninguna criatura de las que se mueven sobre la faz de la Tierra que no esté completamente sojuzgada a Él. “En verdad que mi Señor lleva al camino de rectitud. (57) Si os desentendéis de lo que se os dice, sabed que os he hecho llegar el mensaje con el que he sido enviado. Mi Señor hará que os suceda otra gente, sin que podáis perjudicarle en lo más mínimo. Mi Señor es el Custodio de Todas las Cosas.” (58) Cuando se hizo realidad Nuestro plan, salvamos por Nuestra rahmah a Hud y a cuantos con él habían creído. Los salvamos de un severo castigo. (59) Esos eran los Ad. Renegaron de los signos de su Señor, desobedecieron a sus Mensajeros y siguieron las órdenes de los más abyectos tiranos. (60) En este mundo fueron malditos y malditos serán el Día del Resurgimiento. ¿Acaso no renegaron los Ad de su Señor? ¡Qué mueran! ¡Perdición para los Ad, la gente de Hud! (61) A los Zamud enviamos a su hermano Salih para que les advirtiera: “¡Gentes de este lugar! Adorad a Allah, no tenéis otro ilah que Él. Os produjo de la tierra[772] y os permite vivir en ella. Así pues, pedidle perdón y volveos a Él arrepentidos. Mi Señor está cerca y responde.” (62) Dijeron: “¡Salih! Antes de que vinieras con este discurso teníamos puestas en ti nuestras esperanzas. ¿Vas a prohibirnos que adoremos a los que adoraban nuestros padres? Tenemos enormes dudas al respecto, y eso a lo que nos llamas nos resulta sumamente confuso.” (63) Replicó: “¡Gentes de este lugar! Considerad el hecho de que me apoyo en la clarificación que me ha llegado de mi Señor y en Su rahmah. Así pues, decidme ¿quién podría defenderme de Allah si Le desobedeciera? Lo único que buscáis es llevarme a la perdición. (64) ¡Gentes de este lugar! Esta es la camella de Allah. En ella tenéis un signo. Dejadla que coma en la Tierra de Allah y no le hagáis ningún daño, pues caería sobre vosotros un castigo inminente.” (65) Pero le cortaron los tendones del corvejón. Les dijo entonces: “Tres días es todo lo que tenéis para seguir en vuestras casas ocupándoos de vuestros asuntos. No lo toméis como una falsa amenaza.” (66) Cuando se hizo realidad Nuestro plan, salvamos a Salih y a cuantos con él habían creído por Nuestra rahmah, librándoles así de la humillación de ese día. Tu Señor es el Fuerte, el Poderoso[773]. (67) El castigo se apoderó de los infames y al amanecer yacían en sus casas postrados boca abajo (68) como si nunca hubieran disfrutado en ellas de su buena fortuna. ¿Acaso los Zamud no renegaron de su Señor? ¡Que mueran! ¡Perdición para los Zamud! (69) Llegaron Nuestros Mensajeros a la casa de Ibrahim con buenas nuevas[774]. Dijeron: “Paz,” e Ibrahim les respondió: “Paz,” y no tardó en venir con un becerro asado. (70) Al ver que no comían, dudó de que fueran gente de bien y sintió miedo de ellos. Le dijeron: “¡No temas! Hemos sido enviados a la gente de Lut.” (71) Su mujer, que se encontraba allí de pie, se echó a reír. Le anunciamos la buena nueva de Ishaq y de que, tras Ishaq, vendría Yaqub. (72) Replicó: “¡Ay de mí! ¿Voy a concebir, siendo yo tan mayor y mi esposo un anciano? ¡Lo que me anunciáis es como para maravillarse!” (73) Dijeron: “¿Te asombras del plan de Allah? ¡Que la rahmah de Allah y Su bendición estén con vosotros, gente de la casa! Alabado sea en Su perfección más allá de toda contingencia.” (74) Cuando se le pasó el susto a Ibrahim y recibió las buenas nuevas, comenzó a argumentarnos en favor de la gente de Lut. (75) En verdad que Ibrahim era indulgente y compasivo. Una y otra vez se volvía a su Señor arrepentido. (76) “¡Ibrahim! No te inmiscuyas en este asunto. El plan de tu Señor se ha de cumplir y ten por seguro que recibirán un castigo irrevocable[775].” (77) Cuando llegaron a Lut Nuestros Mensajeros, temió no poder hacer nada por ellos y se dijo para sus adentros: “Este va a ser un día de aflicción.” (78) La gente del pueblo acudió a él apresuradamente. Ya antes se habían entregado a todo tipo de obscenidades. Les dijo: “¡Gentes de este lugar! Estas son mis hijas. Ellas son más puras para vosotros. Tened temor de Allah y no me atormentéis deshonrando a mis huéspedes. ¡Es posible que no haya entre vosotros un solo hombre rectamente guiado?” (79) Respondieron: “No nos interesan tus hijas. De sobras sabes lo que queremos.” (80) Exclamó en medio de su aflicción: “¡Si al menos tuviera fuerza para enfrentarme a vosotros o pudiera valerme de alguien que la tuviera!” (81) Le dijeron sus huéspedes: “¡Lut! Somos Mensajeros de tu Señor y no podrán agredirte. Sal con tu familia durante la noche y que ninguno de vosotros desvíe su mirada del camino, salvo tu mujer, pues ella va a sufrir el mismo castigo que ellos. Su tiempo expira al amanecer. ¿Acaso no está próxima su cita?” (82) Cuando se hizo realidad Nuestro plan, a los que ostentaban una posición superior en la ciudad, los denigramos, y lanzamos contra ellos una lluvia de terrones de arcilla seca, (83) marcados por tu Señor. No está lejos el castigo de los infames. (84) A los Madian enviamos a su hermano Shuaib para que les exhortara: “¡Gentes de este lugar! Adorad a Allah, no tenéis otro ilah que Él. No engañéis cuando midáis o peséis. Veo vuestra prosperidad y temo que os llegue un día en el que quedéis sitiados por el castigo. (85) ¡Gentes de este lugar! Sed justos en la medida y en el peso. No lesionéis en lo más mínimo los derechos de la gente ni corrompáis esta tierra con vuestras maldades. (86) Lo que Allah os deja como beneficio después de dar el peso y la medida justa es mejor para vosotros si sois creyentes. Y sabed que yo no soy vuestro guardián.” (87) Dijeron: “¡Shuaib! ¿Acaso lo que recitas en tus salawat te ordena que abandonemos lo que nuestros padres adoraban o que nos prohíbas hacer con nuestra riqueza lo que queramos? Sin duda que eres el clemente, el rectamente guiado.” (88) Respondió a sus sarcasmos diciéndoles: “¡Gentes de este lugar! Considerad el hecho de que me apoyo en la clarificación que me ha llegado de mi Señor y en la buena provisión con la que me sustenta. No quiero oponerme a vosotros con aquello que os prohíbo, sino tan sólo corregir en lo posible vuestras desviaciones. Mi éxito depende únicamente de la voluntad de Allah. A Él me vuelvo arrepentido. (89) Así mismo os exhorto –¡Gentes de este lugar!– a que vuestro desacuerdo conmigo no os induzca a la ruptura para que no os suceda lo mismo que le sucedió a la gente de Nuh, a la de Hud y a la de Salih. La gente de Lut no está lejos de vosotros[776]. (90) Mas pedid perdón a vuestro Señor y volveos a Él arrepentidos, pues en verdad que mi Señor es el Compasivo, el que Mira con Aprobación a Sus Siervos Rectamente Guiados.” (91) Dijeron: “¡Shuaib! No comprendemos mucho de lo que dices, pero te vemos débil entre nosotros. De no haber sido por tu clan, te habríamos echado de aquí. No tienes ninguna preeminencia sobre nosotros.” (92) Les respondió: “¡Gentes de este lugar! ¿Acaso mi clan tiene para vosotros más poder que Allah, de modo que os desentendéis de Él? Mi Señor os está sitiando con vuestras propias obras. (93) Os exhorto –¡Gentes de este lugar!– a que actuéis según lo consideréis más oportuno, que yo también lo haré. Ya sabréis quien recibirá un castigo humillante[777] y quien es el falaz. Y estad vigilantes, que también yo lo estoy.” (94) Cuando se hizo realidad Nuestro plan, salvamos a Shuaib y a cuantos habían creído con él por Nuestra rahmah. El castigo cayó de súbito sobre los infames y al amanecer yacían en sus casas postrados boca abajo, (95) como si nunca antes hubieran disfrutado en ellas de su buena fortuna. ¡Muertos quedaron los Madian como muertos quedaron los Zamud! (96) Enviamos a Musa con Nuestros signos y con una incontestable autoridad (97) a Firaun[778] y a sus principales, pero siguieron las órdenes de Firaun, órdenes que desviaban de la rectitud. (98) El Día del Resurgimiento irá delante de su gente y les conducirá al fuego. ¡A qué mal lugar les conducirá para que abreven[779]! (99) En esta vida les siguió la maldición, y la maldición les seguirá en el Día del Resurgimiento. ¡Qué mal apoyo en el que se sustentaban! (100) Esto forma parte de las noticias que te narramos de las ciudades[780]. Algunas de ellas siguen en pie y otras fueron segadas como se siega la mies. (101) No fuimos Nosotros los injustos, sino que fueron ellos los que se condenaron a sí mismos víctimas de su rebeldía. Las entidades a las que daban poder, a las que suplicaban en vez de a Allah, no les sirvieron de nada cuando se hizo realidad el plan de tu Señor, tan sólo les añadieron más ruina. (102) Así afrenta tu Señor a una ciudad cuando la castiga por sus infamias. Su castigo es doloroso, implacable. (103) En ello hay un signo para quien tema el castigo de Ajirah. Ese Día, la humanidad entera será congregada. Será el Día de la testificación. (104) No lo estableceremos hasta que no le llegue el plazo que le ha sido fijado. (105) Ese Día vendrá, y a nadie se le dará la palabra salvo a aquel a quien Su voluntad haya designado. Entre ellos los habrá desdichados, y los habrá que estarán radiantes de alegría. (106) Los desdichados estarán en el fuego, entre lamentos y sollozos. (107) En él permanecerán mientras sigan existiendo los Cielos y la Tierra, salvo lo que tu Señor decida. Tu Señor es el dueño absoluto de Su voluntad. (108) En cambio, los radiantes de alegría estarán en el Jardín. En él morarán lo que permanezcan los Cielos y la Tierra, salvo lo que tu Señor decida[781]. Obsequio imperecedero. (109) No tengas ninguna duda sobre lo que éstos adoran, pues lo que adoran no es, sino lo que ya antes adoraban sus padres. Les pagaremos su parte cumplidamente. (110) Le dimos el Kitab a Musa, pero enseguida discreparon. Si no hubiera sido por lo que de antemano se había inscrito en el plan de tu Señor, ya entonces se habría decidido su suerte. La duda que albergaban sobre él les tenía confundidos. (111) A todos les pagará tu Señor debidamente por sus obras. Él tiene el registro completo de sus acciones. (112) Así pues, actúa con rectitud como se te ha ordenado a ti y a los que contigo se han vuelto arrepentidos a su Señor, y no transgredáis los límites que os ha marcado. Él ve la intención que os mueve a actuar. (113) No pongáis vuestra confianza en los infames, pues os alcanzaría el fuego, y no tendríais aparte de Allah quien os protegiera ni encontraríais a nadie en quién apoyaros. (114) Establece la salah al comienzo y al final del día, y en la primera parte de la noche. Las buenas obras borran las malas. Esto es un recordatorio para aquellos que recapacitan. (115) Y resiste[782], pues Allah no deja que se pierda el merecido galardón de los que actúan con rectitud. (116) Entre las comunidades que os precedieron no hubo gente firmemente decidida a impedir la corrupción en la Tierra, salvo unos pocos de entre los que salvamos. Los infames siguieron la vida fácil[783], despreocupados, y ello les llevó a la iniquidad. (117) Tu Señor nunca destruiría una ciudad injustamente mientras sus habitantes actuasen con rectitud. (118) Si esa hubiera sido la voluntad de tu Señor, habría hecho que los hombres –nas– fueran una única ummah. Sin embargo, no dejarán de discrepar entre ellos, (119) salvo a quien tu Señor le conceda Su rahmah. Para eso los creó. Se cumplirá el plan de tu Señor –»Voy a llenar yahannam de hombres y de yin[784] (120) Todas las noticias que te contamos de los Mensajeros son para afirmar tu fuad[785]. Con ellas te ha llegado la verdad, una exhortación y un recuerdo para los creyentes. (121) Diles a los que no creen que actúen según lo consideren más oportuno, que también vosotros lo haréis! (122) Y que esperen atentos, que también vosotros os mantendréis expectantes. (123) De Allah es el Ghaib[786] de los Cielos y de la Tierra. A Él retornan todos los asuntos. Así pues, adórale y encomiéndate a Él. Tu Señor no está descuidado de lo que hacéis.

Notas

[752]  Ver artículo IV.

[753]  Ver artículo XIV y esquema 19.

[754]  Ver artículos III y XXII.

[755]  Ver aleya 98 de la sura 6. La mayoría de los comentaristas del Qur-an entienden que estas dos palabras mustaqir y mustauda’ فَمُسْتَقَرٌّ وَمُسْتَوْدَعٌ hacen referencia a la matriz femenina y al esperma masculino –Y tenéis un lugar de descanso en el útero, y un depósito en la fuente espermática en la espalda.

[756] Las cosas no suceden y luego se registran, sino al contrario –todo lo que sucede estaba anotado de antemano en el Kitab y por eso ocurre. Continúa la misma idea que en la primera aleya de esta sura. Ver artículo XIV.

[757] Ver artículo XVII.

[758]  Ver Info 21.

[759] Ver artículo XX e Infos 7 y 8.

[760] En este caso, «los testigos» serán los malaikah custodios que conocen a la perfección nuestras obras. Mas también podría referirse a los Profetas e incluso a los creyentes, pues tanto unos como otros serán testigos en el Día del Resurgimiento de todas las umam y de todos los hombres. Sin embargo, en este caso, serán testigos únicamente de aquellos a quienes conocieron en la vida de dunia.

[761]  Ver apéndice Q.

[762]  Ver artículo XX.

[763]  Ver referencia F17.

[764] Toda la península Arábiga es tierra volcánica. El diluvio que tuvo lugar en el tiempo de Nuh se debió a la erupción de los volcanes marinos que provocó que el agua saliera a la superficie a través de geiseres, así como a las lluvias torrenciales que Allah el Altísimo envió desde el cielo. Ver artículos XVII y XX,  y apéndices F y G.

[765] Es decir, la embarcación al-fulk الفُلك ella هِى, ya que el término fulk puede ser masculino o femenino y en este caso el Qur-an lo trata como femenino, navegaba con todos ellos dentro. Ver artículo XX y apéndices F y G.

[766]  La exhortación de Nuh a su hijo viene de la mil-lah y no del fiqh, ya que no le dice que no sea de los encubridores, sino que no esté con ellos, que no se asocie con ellos, pues la cercanía a lo prohibido nos hará caer en él. Ver artículo 11.

[767] Ver artículo XX y apéndices F y G.

[768]  En estos diálogos se mezclan los niveles de poder y de ejecución tanto en las súplicas de Nuh como en las respuestas que recibe. Ver artículo XXII.

[769]  Ver artículo XX y esquemas 20 y 23.

[770]  Ver Info 5.

[771]  Alihah آلِهاة es el plural de ilah إله, e ilahat  إلاهات es su femenino plural.

[772]  Ver artículos IV, V y XVII, apéndice J, cuadro C7 e Info 11.

[773]  Ver artículo XV.

[774]  Ver artículo XX.

[775]  Ver Info 15.

[776]  Ver artículo XX.

[777]  Ver Info 15.

[778]  Ver artículo XX e Info 24.

[779] Allah el Altísimo utiliza el término awrada أوردَ, la forma IV del verbo warada وَرَدَ, que significa –abrevar, para indicar dos acciones paralelas y contradictorias. Por una parte, hay un significado etimológico con sentido positivo: en un día de calor, el pastor conduce a su rebaño a un lugar donde hay agua para que abreven y se refresquen, pero la realidad es que el lugar a donde conduce Firaun a su gente es al fuego, justo lo contrario de un abrevadero donde hay agua fresca. Firaun es un falso dirigente y contrariamente a lo que hace un pastor verdadero y responsable, no lleva a su gente a un lugar donde puedan aliviarse del calor, sino al fuego. Esto es así porque la mayoría de los hombres no hacen iytihad –investigación, indagación– sino Imma’ –aceptar ciegamente la opinión de otro– y eso les lleva a seguir a un falso dirigente con el mismo gregarismo con el que lo hace el ganado.

[780]  Ver artículo XX e Info 24.

[781]  Ver esquema 11.

[782]  Ver Info 26.

[783]  Vemos que en todos los tiempos las comunidades humanas han seguido un mismo proceso en su forma de actuar –después de haber recibido la clarificación, a los Mensajeros, la prosperidad… se entregan a la vida fácil como si fuera en dunia donde se encuentra el paraíso prometido. Se olvidan de Ajirah y más tarde de Allah el Altísimo, cayendo en una total negligencia y un lamentable kufur que les lleva a la ignorancia y a la soberbia. No hay vuelta atrás, y son destruidas. Por lo tanto, cuando un pueblo o un individuo o una familia, se abandonan en la comodidad y el lujo, su fin no está lejos, ya que han empezado el proceso de auto destrucción.

[784]  El narrador intercala un discurso de Allah el Altísimo dentro del relato general. Ver artículo III y XXII, y apéndice G.

[785]  Ver artículo VI y esquema 7.

[786]  Ver Info 5.

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