12.SURA DE YUSUF

سُورَةُ يُوسُفَ

Último periodo mequinense

Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim

(1) Alif, Lam, Ra[787] –esas son las aleyas del Kitab inalterable[788]. (2) Lo hacemos descargar en forma de un Qur-an en árabe para que razonéis. (3) Vamos a relatarte la historia que contiene más enseñanza de cuantas te inspiramos en este Qur-an. Antes de que te llegara, te sentías ajeno a ella. (4) Yusuf[789] le dijo a su padre: “¡Padre mío! He visto once astros, el Sol y la Luna, y los he visto postrarse ante mí.” (5) Le dijo su padre: “¡Hijo mío! No les cuentes este sueño a tus hermanos, pues si lo hicieras, tramarían algo malo contra ti. El shaytan es un enemigo declarado del hombre –insan.” (6) “Así te muestra tu Señor que te ha elegido[790]. Te enseñará a interpretar los sueños, completando de esta forma Su bendición sobre ti y sobre la casa de Yaqub, como ya lo había hecho antes con tus padres Ibrahim e Ishaq. Tu Señor actúa según Su conocimiento, y juzga con sabiduría.” (7) En la historia de Yusuf y de sus hermanos hay signos para los que indagan. (8) Así da comienzo el relato, cuando se dijeron entre ellos: “Nuestro padre ama a Yusuf y a su hermano más que a nosotros, a pesar de que somos un grupo, una fuerza. En verdad que nuestro padre desvaría.” (9) “Matad a Yusuf o libraos de él abandonándolo en algún lugar apartado para que de esta forma la atención de vuestro padre se vuelva únicamente a vosotros. Después de eso, podréis conduciros con rectitud[791].” (10) Uno de los que tenían voz en el grupo dijo: “¡No matéis a Yusuf! Si estáis decididos a deshaceros de él, arrojadlo al fondo del pozo. Sin duda, que alguna caravana lo encontrará.” (11) Dijeron: “¡Padre! ¿Qué te ocurre que no nos confías a Yusuf cuando somos los mejores compañeros que pueda tener? (12) Déjale venir mañana con nosotros. Lo pasará bien pastoreando y jugando. Nos ocuparemos de él y le protegeremos.” (13) Les dijo su padre: “Me apena que os lo llevéis, pues temo que pueda devorarle un lobo mientras vosotros estáis distraídos en otros quehaceres.” (14) Replicaron: “Si lo devorase un lobo, siendo como somos un grupo fuerte de hombres, sería imperdonable por nuestra parte.” (15) Cuando partieron con él y decidieron unánimemente arrojarle al fondo del pozo, le inspiramos: «Ten por seguro que les mostrarás lo que han hecho, y ni siquiera se darán cuenta de ello[792](16) Al anochecer llegaron llorando a donde estaba su padre. (17) Dijeron: “¡Padre! Nos salimos del camino para echar unas carreras y dejamos a Yusuf al cuidado de nuestros enseres y un lobo lo devoró. Sabemos que no vas a creernos, aunque te decimos la verdad.” (18) Habían manchado la camisa de Yusuf con sangre para fraguar su mentira. Dijo: “¡No! Os habéis sugerido todo este embrollo a vosotros mismos. ¡Resistiré! Únicamente Allah puede ayudarme a sobrellevar este embate.” (19) Llegó una caravana a ese mismo lugar y enviaron al aguador al pozo. Exclamó mientras bajaba el cubo: “¡Albricias! Aquí hay un muchacho.” Y lo escondieron entre las mercancías que llevaban, pero Allah sabía lo que hacían. (20) Lo vendieron a bajo precio, unos cuantos dírhams, pues prefirieron deshacerse de él. (21) Dijo el que lo había comprado, uno de Misr, a su mujer: “Aloja debidamente a nuestro huésped, pues tal vez sea causa de bendiciones, y pudiera ser que lo tomásemos como un hijo.” Así lo hicimos para que Yusuf fuera adquiriendo preeminencia en aquella tierra y para enseñarle a interpretar los sucesos que la gente veía en sueños. Allah es invencible cuando lleva a cabo Su plan, pero la mayoría de los hombres –nas– no son conscientes de ello. (22) Cuando alcanzó la madurez, le dimos juicio y conocimiento. Así es como retribuimos a los que actúan con rectitud. (23) Sucedió que la dueña de la casa en la que vivía trató de seducirle[793]. Cerró las puertas y le dijo: “¡Ven aquí!” Él contestó: “¡En Allah busco protección! Mi Señor es el Mejor de los Refugios. Nunca los infames saldrán victoriosos.” (24) Mas con el mismo deseo que ella le deseaba, la deseaba él. Habría caído de no haber visto que se trataba de una prueba de su Señor. De esta forma le apartamos del mal[794] y de la indecencia. En verdad que es uno de Nuestros siervos sinceros. (25) Corrieron hacia la puerta y ella le rasgó la camisa por detrás, y justo allí se encontraron con su marido. Entonces ella le dijo: “¿Qué otro pago merece quien desea el mal para tu familia, sino la cárcel o un doloroso castigo?” (26) Replicó él: “Ella trataba de seducirme.” Uno de la familia de la mujer que se encontraba allí alegó: “Si la túnica está rasgada por delante, es ella quien dice la verdad y es él quien miente; (27) mas si la camisa está rasgada por detrás, entonces es ella la que miente y él quien dice la verdad.” (28) Cuando vio que la camisa estaba rasgada por detrás, exclamó: “Ha sido víctima de tus argucias de mujer, y poderosas son vuestras argucias. (29) ¡Yusuf! Apártate de esto, y tú pide perdón por tu pecado, pues es grave lo que has hecho.” (30) Las mujeres de la ciudad murmuraban: “La mujer del Aziz ha querido seducir a su criado. Parece que está locamente enamorada de él. Sin duda que ha perdido la razón.” (31) Cuando se enteró de sus habladurías, las mandó llamar, y les preparó un lugar donde sentarse y reclinarse sobre su lado izquierdo. A continuación, le dio un cuchillo a cada una de las invitadas. Luego le dijo a Yusuf: “¡Sal y muéstrate ante ellas!” Cuando lo vieron, no pudieron por menos que ensalzarle y se hicieron cortes en las manos inadvertidamente. Dijeron: “¡Que Allah nos libre! No puede ser un humano –bashar, sino un noble de los malaikah.” (32) Les dijo: “Aquí tenéis la causa de vuestros reproches[795]. He tratado de seducirle, pero hasta ahora se ha resistido. Mas si no hace lo que le ordeno, será encarcelado y humillado.” (33) Dijo: “¡Señor mío! Prefiero sufrir prisiones que acudir a aquello a lo que me invitan, pero si no apartas de mí sus argucias, cederé ante ellas como si no supiera lo que es lícito y lo que es reprobable.” (34) Respondió Su Señor a su súplica y lo apartó de sus artimañas. Él está atento a todo cuanto acontece en Su creación, y actúa según Su conocimiento. (35) Luego, sin embargo, a pesar de haber quedado clara su inocencia, decidieron encarcelarle por un tiempo. (36) Con él entraron en la cárcel dos jóvenes esclavos. Uno de ellos le dijo: “En un sueño me he visto pisando uvas para hacer vino.” Le dijo el otro: “Y yo me he visto llevando sobre la cabeza un pan del que comían los pájaros. Dinos cuál es su interpretación, pues vemos en ti a un hombre recto.” (37) Les dijo: “No os habrán traído la comida y ya habré interpretado vuestros sueños, antes de que ocurran. Es parte de lo que mi Señor me ha enseñado. Mas permitidme que primero os diga que me aparté de la mil-lah de una gente que no creía en Allah y encubría la verdad de Ajirah[796]. (38) Antes bien, seguí la mil-lah[797] de mis padres –Ibrahim, Ishaq y Yaqub. No era conforme a nuestra creencia que diéramos poder a otro que a Allah, y ello por la gracia que Allah nos concedió y concedió a los hombres –nas. Sin embargo, la mayoría de ellos no reconocen las bendiciones de su Señor. (39) ¡Compañeros de prisión! Decidme: ¿Es mejor servir a diferentes señores o servir a Allah –el Único, el Dominador? (40) No dais poder, sino a nombres que vosotros mismos y vuestros padres os habéis inventado y sobre los que Allah no ha hecho descargar ninguna autoridad. Es Allah Quien tiene la soberanía absoluta. Ha ordenado que Le adoréis únicamente a Él. Este es el valioso Din. Sin embargo, la mayoría de los hombres –nas– no es consciente de esta realidad. (41) ¡Compañeros de prisión! Uno de vosotros servirá vino a su señor, mientras que el otro será crucificado y los pájaros comerán de su cabeza. La suerte sobre el asunto que me habéis pedido que os aclare está echada y nadie la podrá cambiar.” (42) Entonces le dijo al que, en un principio, se iba a salvar: “Menciona mi nombre a tu señor.” Mas el shaytan hizo que se olvidara de ello y permaneció en la cárcel varios años[798]. (43) El rey reunió a los principales y les contó el sueño que había tenido: “He visto siete vacas gordas devoradas por siete flacas, y siete espigas verdes y otras secas. Dadme vuestra opinión sobre este sueño si es que sabéis interpretar los sueños.” (44) Dijeron: “Son sueños confusos, y además no somos especialistas en esta ciencia.” (45) Después de haber recibido el favor del rey, el que se había salvado recordó y dijo: “Yo os diré su interpretación si me dais licencia para salir.” (46) Le dijo: “¡Yusuf! ¡Oh tú, el veraz! Acláranos qué significa que siete vacas gordas sean devoradas por siete flacas, y que haya siete espigas verdes y otras secas para que vuelva a la gente y sepan así la buena interpretación.” (47) Respondió: “Sembraréis con entrega y dedicación durante siete años. Mas lo que cosechéis dejadlo en las espigas, salvo un poco que es de lo que comeréis. (48) Después de eso vendrán siete años muy duros que consumirán lo que hayáis almacenado para hacerles frente, salvo el poco que hayáis preservado aparte. (49) Luego vendrá un año en el que habrá abundante agua y la gente podrá regar los campos y prensar la fruta.” (50) Dijo el rey: “¡Traédmelo!” Cuando llegó el mensajero a donde estaba Yusuf, éste le dijo: “Regresa a tu señor y pregúntale si siguen tramando contra mí aquéllas mujeres que se hicieron cortes en las manos. Mi Señor conoce sus artimañas.” (51) Preguntó el rey a las mujeres: “¿Qué significa eso de que tratasteis de seducir a Yusuf?” Respondieron: “¡Allah nos libre! No sabemos que haya hecho nada malo.” La mujer del Aziz dijo: “Ya no puedo seguir ocultando la verdad. Fui yo quien trató de seducirle, y tened por seguro que es él el veraz.” (52) “Si he pedido que se pregunte a las mujeres ha sido para que se sepa que yo nunca le traicioné y que Allah no guía a los traidores en sus maquinaciones. (53) No digo que sea inocente, pues es cierto que la nafs incita al mal, salvo cuando la rahmah de mi Señor lo impide. Mi Señor es el Perdonador, el Compasivo.” (54) Dijo el rey: “¡Hacedle venir! Lo he elegido para que sea mi consejero.” Después de haber hablado con él, le dijo: “Hoy tienes ante nosotros poder y rango para administrar y ser garante de nuestros recursos.” (55) Respondió Yusuf: “Permíteme, pues, que administre las despensas del país. Tendré buen cuidado de ellas, pues conozco bien este asunto.” (56) Así es cómo dimos poder a Yusuf en aquella tierra para que tomara posesión de una parte de ella y en ella se asentará. Dirigimos Nuestra rahmah hacia quien queremos siguiendo Nuestro plan, y no dejamos que se pierda el galardón de los que actúan con rectitud, (57) pero el que recibirán en Ajirah será aún mayor para los que crean y tomen en serio Nuestras advertencias. (58) Llegaron al país los hermanos de Yusuf, y fueron a presentarse ante él. Los reconoció de inmediato, pero ellos no le reconocieron. (59) Una vez que les hubo abastecido de lo necesario, les dijo: “Traedme al que es vuestro hermano por parte de padre. Habéis visto que soy generoso al dar la medida, y que nadie como yo agasaja a sus huéspedes. (60) Mas si no me lo traéis, ya no habrá más provisiones para vosotros ni valdrá la pena que os acerquéis por aquí.” (61) Dijeron: “Hablaremos con su padre y seguro que le convenceremos.” (62) Les dijo a sus sirvientes: “Poned sus mercancías[799] de vuelta en sus monturas para que las reconozcan al llegar a su gente y ello les haga regresar.” (63) Cuando volvieron a su padre, le dijeron: “¡Padre! Han rehusado seguir abasteciéndonos. Permite, pues, que nos acompañe nuestro hermano para que podamos aprovisionarnos, y ten por seguro que seremos sus más atentos guardianes.” (64) Dijo: “¿Acaso no tengo razones para temer que cuidéis de él como antes cuidasteis de su hermano? Allah es el Mejor Guardián y el Más Misericordioso de cuantos pueda haber.” (65) Cuando abrieron las alforjas, se encontraron con que les habían devuelto sus mercancías, y exclamaron: ”¡Padre! ¿Qué más podemos pedir? Estas son nuestras mercancías que nos han sido devueltas. Aseguraremos el sustento de nuestras familias, cuidaremos de nuestro hermano y añadiremos la carga de un camello más. Será fácil conseguirlo.” (66) Replicó su padre: “No le dejaré ir con vosotros hasta que no juréis solemnemente por Allah que me lo habéis de traer de vuelta, salvo que os lo impidan por la fuerza.” Después de que hubieron jurado, les dijo: “Allah es el garante de aquello a lo que nos hemos comprometido.” (67) Y añadió: “¡Hijos míos! No entréis por una sola puerta, entrad por puertas distintas. Mas de nada os servirán mis consejos frente a la voluntad de Allah. Suya es la soberanía. A Él me encomiendo y a Él se encomiendan los que en Él confían.” (68) A pesar de que entraron por donde su padre les había ordenado, en nada cambió este hecho el plan de Allah, pues el consejo que les dio fue únicamente para satisfacer el deseo interno que Yaqub tenía de dárselo. En verdad que había adquirido plena comprensión del conocimiento que le habíamos enseñado[800]. Sin embargo, la mayoría de los hombres –nas– no son conscientes de ello. (69) Cuando se presentaron ante Yusuf, éste se dirigió a su hermano y le dijo: “Yo soy tu hermano. Mas no te lamentes por lo que hicieron.” (70) Mientras organizaba el abastecimiento de provisiones, puso un tazón en la alforja de su hermano. Luego alguien voceó: “¡Eh, los de la caravana! ¡En verdad que sois unos ladrones!” (71) Volviéndose a ellos, replicaron: “¿Qué es lo que echáis en falta?” (72) Contestaron: “Echamos en falta el tazón del rey. Para quien lo encuentre habrá la carga de un camello. Me hago responsable de ello.” (73) Dijeron: “¡Por Allah! Bien sabéis que no hemos venido a esta tierra para abusar de vuestra confianza, y que no somos ladrones.” (74) Dijeron: “¿Qué castigo se os debería infligir en caso de que estuvierais mintiendo?” (75) Contestaron: “Aquel en cuyas alforjas se encuentre será retenido como castigo. Así hacemos con los infames.” (76) Y comenzó por los bultos de ellos antes que por los de su hermano y al final la sacó de entre las pertenencias de éste. Así llevamos a cabo Nuestro plan para apoyar a Yusuf. No podía retener a su hermano según las leyes del rey y por ello Allah le inspiró esta estrategia. Elevamos en rango a quien así lo dispone Nuestra voluntad. Por encima de todo aquel investido de conocimiento hay Uno que posee toda la sabiduría. (77) Dijeron: “Si ha robado, ya antes había robado su hermano.” Yusuf guardó para sus adentros todo este asunto, y siguió manteniéndolo en secreto. Pensó: “No puede haber peor condición que la vuestra. Allah sabe que no es cierto lo que me atribuís.” (78) Dijeron: “¡Oh, el Aziz! Su padre es un hombre muy anciano. Tómanos a uno de nosotros en su lugar, pues vemos que eres un hombre justo.” (79) Dijo: “Que Allah nos libre de retener a nadie que no sea aquel en cuyas pertenencias hemos encontrado lo que es nuestro. Seríamos injustos si lo hiciéramos.” (80) Cuando hubieron perdido la esperanza de llegar a algún resultado con él, se apartaron para deliberar. Dijo el mayor de ellos: “¿Acaso habéis olvidado que hemos hecho un pacto con nuestro padre ante Allah, y que ya antes le habíamos fallado con Yusuf? No saldré de esta tierra mientras no me lo permita mi padre o Allah lo decrete. Él es el Mejor de los Soberanos. (81) Regresad a vuestro padre y decidle: ¡Padre! Tu hijo ha robado. Sólo testificamos lo que sabemos, pues no somos custodios del Ghaib. (82) Pregunta en la ciudad en la que hemos estado y a la caravana con la que hemos vuelto. Decimos la verdad.” (83) Dijo: “¡No! Han sido vuestras nafs las que os han sugerido esto que ahora me contáis, pero ¡resistiré! Puede que Allah me los devuelva a todos. Él actúa según Su conocimiento, y es el Sabio.” (84) Se apartó de ellos y dijo para sus adentros: “¡Qué gran dolor siento por Yusuf!” Y sus ojos blanquecieron a causa de la tristeza que le oprimía. (85) Dijeron: “¡Por Allah! ¿Es que no vas a dejar de recordar a Yusuf hasta enfermar o perecer?” (86) Dijo: “Yo sólo me quejo de mi pena ante Allah, y sé de Allah lo que vosotros no sabéis. (87) ¡Hijos míos! Id e indagad de modo que sepáis lo que realmente le ha sucedido a Yusuf y a su hermano, y no desesperéis de que os llegue el consuelo de Allah, pues sólo los encubridores desesperan.” (88) Cuando estuvieron en su presencia, le dijeron: “¡Oh, el Aziz! La desgracia ha caído sobre nosotros y nuestras familias, y no hemos podido traer, sino mercancías de poco valor. Mas complétanos la medida y sé caritativo con nosotros. Allah recompensa a los dadivosos.” (89) Les dijo: “¿Sabéis lo que hicisteis con Yusuf y con su hermano guiados por vuestra ignorancia?” (90) Exclamaron: “¡¿Eres tú realmente Yusuf?!” Replicó: “Yo soy Yusuf y éste es mi hermano. Allah nos ha concedido Su gracia. Y que sepan los que resisten y los que toman en serio las advertencias de Allah que Él no deja que se pierda el galardón de los que actúan con rectitud.” (91) Dijeron: “¡Allah te ha preferido a nosotros. Fue una infamia lo que hicimos contigo.” (92) Dijo: “Hoy no se os hará ningún reproche. Allah os perdonará, pues Él es el Más Misericordioso de cuantos pueda haber. (93) Id y llevaos mi camisa, esta que os doy, y cubrid con ella el rostro de mi padre para que de esta forma recobre la visión. Y venid con todas vuestras familias.” (94) Cuando emprendió la caravana el viaje de vuelta, exclamó su padre: “Percibo el aroma de Yusuf, aunque penséis que estoy delirando.” (95) Dijeron: “¡Por Allah! Sigues en el mismo desvarío de siempre.” (96) Cuando llegó el portador de las buenas nuevas, le cubrió la cara con ella y le volvió la visión. Exclamó: “¿No os dije que sabía de Allah lo que vosotros no sabéis?” (97) Dijeron: “¡Padre! Perdónanos por lo que hicimos. En verdad que hemos sido unos infames.” (98) Les dijo: “Pediré perdón por vosotros a mi Señor. Él es el Perdonador, el Compasivo.” (99) Cuando estuvieron en presencia de Yusuf, éste acogió a sus padres y les dijo: “Entrad en Misr[801] en completa seguridad por la voluntad de Allah.” (100) Condujo a sus padres hasta su trono, y todos ellos cayeron postrados ante él. Dijo Yusuf entonces: “¡Padre mío! Esta es la interpretación del sueño que tuve –mi Señor lo ha hecho realidad. Me concedió Su gracia al sacarme de la prisión y al haberos traído aquí desde el desierto después de que el shaytan sembrara la discordia entre mis hermanos y yo. Realmente mi Señor es el Sutil en aquello en lo que Su voluntad desea serlo. Actúa según Su conocimiento, y es el Sabio. (101) ¡Señor mío! Me has dado soberanía y me has enseñado a interpretar los sucesos. Tú, que creaste los Cielos y la Tierra, eres mi protector en esta vida y en Ajirah. Haz que muera sometido a Ti –muslim– y admíteme con los rectamente guiados.” (102) Son noticias del Ghaib que te inspiramos. Tú no estabas con ellos cuando se pusieron de acuerdo y urdieron su plan. (103) La mayoría de los hombres –nas– aunque lo ansíes, no serán creyentes. (104) Ningún pago les pides a cambio de transmitirlo. No es, sino un recuerdo y una admonición para todos los dominios[802]. (105) Cada día pasan por delante de los innumerables signos que hay en los Cielos y en la Tierra, pero en su desdén se desentienden de ellos. (106) La mayoría de ellos no creen en Allah, sino asociándole a otros poderes. (107) ¿Acaso están a salvo de que les sobrevenga el castigo de Allah o les llegue la Hora de improviso sin que se den cuenta? (108) Afírmales que este es tu camino. Llamas a la adoración de Allah según os indica a ti y a los que te siguen la clara visión que se os ha dado. ¡Perfecto es Allah más allá de toda contingencia! No eres de los idólatras. (109) No enviamos antes de ti, sino a hombres a los que inspiramos de entre la gente de las ciudades. ¿Acaso no han viajado por estas tierras y han visto cómo terminaron los que hubo antes de ellos? La morada de Ajirah es mejor para los que tienen temor. ¿Es que no vais a razonar? (110) Cuando Nuestros Mensajeros habían perdido la esperanza y pensaban que serían rechazados, llegó a ellos Nuestro apoyo y salvamos a quien estaba decretado que salváramos en el plan de Allah. Nuestro castigo no cesa de perseguir a los nefarios. (111) En la historia de sus vidas hay una lección para los dotados de entendimiento. No es un relato inventado, sino una confirmación de lo que ya había, una exposición pormenorizada de cada asunto, guía y rahmah para los creyentes.

NOTAS

[787] Ver artículo IV.

[788]  Ver artículo XIV y esquema 19.

[789]  Ver artículo XX.

[790] En esta aleya, como en las primeras aleyas de la sura 11 – Hud, se intercala un discurso sin protocolo. En este caso, se trata de una inspiración que recibe Yusuf y que ha transcendido a nosotros y se ha mencionado en el Qur-an. Ver artículos III y XXII.

[791] De nuevo, se intercala un discurso sin protocolo y sin mencionar el nombre del que habla, pero claramente, en este caso, se trata del discurso de shaytan –incita al mal haciendo que parezca el bien, que parezca la mejor opción.

[792]  En esta aleya se explica el estilo utilizado en la aleya 6 de esta misma sura, que ya hemos comentado. Se nos informa de cómo a lo largo de todo el viaje profético de Yusuf, va recibiendo continuas inspiraciones que le reconfortan, le enseñan y le guían.

[793]  El escenario ha cambiado. Yusuf ya no vive con la familia que lo compró como esclavo. Esos eran “unos” de Misr. Ahora vive en la casa del Aziz, del gobernante de Misr. Probablemente, la mujer del Aziz lo viera en alguna ocasión y quedara prendada de él, induciendo a su esposo a comprarlo.

[794]  Es decir, a través de continuas inspiraciones los profetas quedan protegidos del shaytan, entienden sus maniobras y reciben la fuerza para resistir al susurro.

[795]  Las dos palabras claves en estas aleyas para entender la escena a la que se está haciendo alusión son –a’tadat أَعْتَدَت y mut-takaan مُتَّكَئا. La primera de ellas significa –preparar, organizar, tener listo; es decir, que la esposa del Aziz preparó una sutil estratagema contra las mujeres de la ciudad que la habían criticado. La segunda palabra es la que delata dicha estratagema. El término mut-takaan lo podemos hacer derivar del verbo takaa تَكَأَ o del verbo tak-kaتَكَّ . En el primer caso, tal verbo no existe como tal, sino como forma derivada del verbo wakaa وكأ, que significa –reclinarse, preparar algo sobre lo que pudiera reclinarse, un palo sobre el que uno se apoya al andar, le hizo reclinarse, lo tumbó sobre su lado izquierdo. También puede significar –comer, ya que los antiguos solían comer tumbados o reclinados, algo prohibido en el Islam. No obstante, este significado es por extensión. Por otra parte, si lo hacemos derivar del verbo tak-ka, tendremos los siguientes sustantivos tik-kah تِكَّة –la cinta que se introduce en el doblete de la cintura de un pantalón, normalmente de algodón; y mitak-k مِتَكّ –el palo, en uno de cuyos extremos se ha practicado un orificio en el que se inserta la cinta que hacemos pasar por el doblete. Este último verbo se utilizaba en el pasado y algunos piensan que es un extranjerismo arabizado, por lo tanto, es difícil saber cuántas formas se habían desarrollado a partir de la raíz verbal. Esta conjetura es falsa, ya que el árabe es la lengua original y todas las palabras tienen su origen en ella. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido ramificando en numerosos dialectos que han dado lugar a otros muchos hasta originar un árbol lingüístico inmensamente frondoso, de forma que habrá palabras que vuelvan al árabe desde alguno de ellos. No obstante, es cierto que se trata de un vocablo arcaico y, por lo tanto, desconocido en gran parte por los lexicólogos de hoy. Lo importante, empero, es que ambos significados nos llevan a entender un mismo escenario.

La mujer del Aziz está enfadada, furiosa y herida por las habladurías de las mujeres más pudientes de la ciudad. No está la situación como para ofrecerles un ágape de bienvenida. Lo que la mujer del Aziz quiere es una rápida reunión en la que quede de manifiesto que su actitud hacia su criado está más que justificada. Para ello, ha preparado en una habitación de su casa unos cojines en los que se reclinen (sobre su lado izquierdo). A continuación, ha atado la mano izquierda de cada una de ellas a algo como un mitak-k y les ha dado un cuchillo. Seguramente, les ha parecido a todas una ocurrencia muy divertida la de su anfitriona, la mujer del Aziz. Esperan, curiosas, el desenlace de todo aquello. Ahora hace entrar a Yusuf, cuya belleza las deja atónitas y quieren

levantarse para ir hacia él (todas ellas son tan lascivas como la mujer del Aziz), mas no pueden, pues tienen su mano izquierda atada al mitak-k. Es entonces cuando intentan romper la cinta con el cuchillo que les ha dado, pero con el nerviosismo de querer soltarse e ir hacia “aquel malak”, se hacen cortes en las manos. Esos cortes serán la prueba durante semanas de que ellas no son mejores que su anfitriona.

[796]  Ver apéndice Q.

[797]  Ver artículo XI.

[798] El término bidh’a بِضْع   referido a tiempo comprende un periodo entre 3 y 9 años. No obstante, no parece que permaneciera mucho tiempo en la cárcel pues el asunto estaba fresco en la memoria de todos a juzgar por el contexto de las aleyas que vienen a continuación.

[799] Muy probablemente lo que llevaban los hermanos de Yusuf para comprar las provisiones no fuera dinero sino mercancía que pudieran intercambiar por grano, aceite y otros productos.

[800]  Ver artículo XIII.

[801]  Ver artículo XX y apéndice H.

[802]  Ver artículo 21 e Info 2.

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