AL-QIYAMAH
سُورَةُ القِيَامَةِ
Mequinense
Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim
(1) “¡Juro por el Día del Resurgimiento! (2) ¡Y juro por la nafs[1406] que reconoce y siente sus faltas!”[1407] (3) ¿Acaso cuenta el hombre –insan– con que no vamos a ser capaces de juntar sus huesos en perfecto orden? (4) Que esté seguro de que lo haremos. Hemos tenido poder para ajustar sus dedos. (5) Quiere el hombre –insan– vivir desordenadamente, siguiendo sus deseos en el tiempo que le queda. (6) Pregunta: “¿Cuándo será el Día del Resurgimiento?” (7) Cuando la Luz de la Gloria Divina ciegue la vista (8) y se oscurezca la Luna, (9) y sean reunidos Sol y Luna, (10) dirá el hombre –insan– ese Día: “¿Por dónde se puede escapar?” (11) Pero no, no habrá a donde ir, (12) salvo a tu Señor. Ese Día será el único lugar que permanezca. (13) Ese Día se le informará al hombre –insan– con detalle de todos sus actos. (14) Más aún, cada nafs tendrá contra él la clara percepción de sus obras, (15) y no encontrará modo de justificarse. (16) No aceleres los movimientos de la lengua por querer ir más deprisa. (17) Sobre Nosotros recae la responsabilidad de reunirlo y recitarlo. (18) Así pues, cuando lo recitemos, sigue la recitación. (19) A Nosotros corresponde clarificarlo. (20) ¡Pero no! Amáis en demasía la vida efímera de este mundo, (21) y os desentendéis de Ajirah. (22) Ese Día habrá rostros luminosos, (23) absortos, contemplando a su Señor. (24) Y también habrá ese Día rostros ceñudos. (25) Presentirán que una gran aflicción está a punto de sobrevenirles. (26) Cuando les llegue a la clavícula (27) y alguien pregunte si hay algún chamán[1408], (28) y sienta que es el momento de la separación, (29) y la tela de la mortaja envuelva una pierna con la otra (30) –ese Día el rumbo será hacia tu Señor. (31) No tuvo certeza de la verdad ni hizo la salah. (32) Antes bien, renegó de ella y se desentendió. (33) Luego se fue a su gente pavoneándose. (34) ¡Ay de ti! ¡Ay! (35) ¡Ay de ti! ¡Ay! (36) ¿Cree acaso el hombre –insan–que se le dejará solo, sin exigirle ninguna responsabilidad por sus actos[1409]? (37) ¿Acaso no fue una gota de un agua fecundadora eyaculada, (38) y fue luego un coágulo suspendido que conformó según Su plan y completó, dándole su estructura simétrica, (39) e hizo que fuera varón o hembra? (40) ¿Acaso no es Ese capaz de dar la vida a los muertos?
[1406] Esta es la única nafs, nafs al-law-wamah اللَّوَّامَة, que puede arrepentirse y seguir la guía cuando le llega; la única, pues, que puede entrar en el Jardín. La única que acalla su soberbia y reconoce con humildad sus faltas, ya que lo único que le impide al hombre someterse a su Señor y aceptar Islam es la arrogancia. Ver artículo XVIII.
[1407] Una vez más, el narrador habla en primera persona del singular “yo” para enseguida pasar a narrar en primera del plural y seguir así con el texto general. Ver artículos III y XXII.
[1408] Ver artículo XIX y esquemas 2 y 8 con sus textos.
[1409] Ver Info 16.