سُورَةُ ص
Mequinense
Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim
(1) Sad[1201], por el Qur-an que despierta la consciencia al recuerdo. (2) Los encubridores, en cambio, se ensoberbecen a pesar de que viven en un continuo cisma. (3) ¡Cuántos pueblos anteriores a ellos no habremos destruido! Imploraron, pero ya era demasiado tarde para escapar al castigo. (4) Se extrañan de que el advertidor que les ha llegado sea uno de ellos. Dicen los encubridores: “Este es un mago farsante. (5) ¿Acaso quiere hacer de todos los alihah[1202] un único ilah[1203]? En verdad que es algo asombroso.” (6) Acuden prestos sus principales y les arengan: “Seguid por vuestra senda y resistid, y no cedáis ante lo que dicen de vuestros alihah, pues algo pretenden con todo eso. (7) No hemos oído que hubiera algo así en la mil-lah[1204] anterior. No es, sino una invención. (8) ¿Acaso se ha descargado sobre él, de entre todos nosotros, el recuerdo?” “En realidad dudan que provenga de Mí. ¡Aún no han probado Mi castigo[1205]!” (9) ¿O será que poseen los depósitos de la rahmah de tu Señor –el Poderoso, el Dador Incansable? (10) ¿O acaso tienen el dominio de los Cielos y de la Tierra y de lo que entre ambos hay? Que asciendan entonces a ellos por cualquier medio que tengan. (11) No son, sino el ejército siempre derrotado de los coaligados. (12) Antes de ellos ya negaron la verdad la gente de Nuh, los Ad y Firaun[1206], el de las estacas. (13) Y los Zamud, la gente de Lut y ashab al-Aikah[1207]. Esos son los coaligados. (14) Todos ellos negaron a los Mensajeros, “y se hizo realidad Mi castigo.” (15) Sólo esperan que les llegue un único grito[1208] después del cual ya no podrán volver. (16) Dicen: “¡Señor nuestro! Adelántanos nuestra parte antes del Día de la Rendición de Cuentas.” (17) Resiste a sus discursos, y recuerda a nuestro siervo Daud –lleno de fuerza y vigor[1209]. Una y otra vez se volvía arrepentido a su Señor. (18) Hicimos que principales y sacerdotes alabasen con él al anochecer y al amanecer; (19) y los voladores se agrupaban, y todos a Él se volvían arrepentidos. (20) Fortalecimos su reino y le dimos Hikmah y discernimiento en sus veredictos. (21) ¿Te ha llegado la historia del litigio[1210]? Ascendieron hasta el salón del trono. (22) Se presentaron ante Daud, y éste sintió miedo de ellos. Entonces dijeron: “¡No temas! Entre nosotros hay dos litigantes. Uno ha abusado del otro, así pues, juzga con la verdad, sin ser injusto con ninguno de ellos, y guíanos al camino de rectitud.” (23) “Este es mi hermano. Tiene noventa y nueve ovejas y yo sólo tengo una. Me dijo: ‘Déjala a mi cuidado,’ y me convenció para que así lo hiciera.” (24) Dijo: “Ha sido injusto contigo al pedirte tu oveja para juntarla a las suyas. En verdad que muchos de los que se asocian con otros cometen abusos, pero no así los que creen y actúan con rectitud. Sin embargo, éstos son muy pocos.” Entonces Daud se dio cuenta de que le habíamos puesto a prueba y pidió perdón a su Señor, cayó postrado y se volvió arrepentido. (25) Se lo perdonamos y en verdad que goza de proximidad ante Nosotros y de una hermosa morada[1211]. (26) ¡Daud! Te hemos hecho sucesor en esta tierra, juzga, pues, entre los hombres con la verdad y no sigas las pasiones, ya que te extraviarían del camino de Allah. En verdad que aquéllos que se extravían del camino de Allah recibirán un duro castigo por haberse olvidado del Día de la Rendición de Cuentas. (27) No hemos creado el Cielo y la Tierra ni lo que entre ambos hay en vano. Eso es lo que piensan los encubridores. ¡Ay de los encubridores por el fuego que se han ganado! (28) ¿Acaso vamos a poner a los que creen y actúan con rectitud en el mismo lugar que a los corruptores? ¿O vamos a tratar a los temerosos de la misma forma que a los depravados? (29) Es un Kitab bendito que hacemos descargar sobre ti para que pongan en obra sus aleyas y recapaciten los dotados de entendimiento. (30) A Daud le concedimos Sulayman. ¡Qué excelente siervo! En verdad que una y otra vez se volvía arrepentido. (31) Una tarde le mostraron unos excelentes caballos bien adiestrados. (32) Al cabo de un rato, dijo: “He preferido los bienes de este mundo al recuerdo de mi Señor,” de modo que mandó que se los llevasen a las caballerizas para no verlos. (33) “Traédmelos de nuevo,” y se puso a acariciar sus patas y sus cuellos. (34) Pusimos a prueba a Sulayman –echamos un cuerpo en su trono. Luego se volvió arrepentido, (35) y suplicó: “¡Señor mío! Perdóname y concédeme un reino que nadie más pueda tener después de mí. Tú eres el Dador Incansable.” (36) Le subordinamos el viento que corría apacible bajo su mandato a donde lo dirigiese. (37) Los shayatin trabajaban para él construyendo y buceando. (38) Había otros sujetos con argollas. (39) Se le dijo: “Esto es lo que te concedemos. Concédelo tú de tu gracia o retenlo, sin que por ello se te pidan cuentas.” (40) Tiene junto a Nosotros proximidad y una hermosa morada[1212]. (41) Recuerda a Nuestro siervo Ayyub[1213] cuando suplicó a su Señor: “¡El shaytan me ha tocado con aflicción y sufrimiento!” (42) “Patea con el pie y tendrás agua fresca para lavarte y beber.” (43) Le restituimos su familia y sus bienes, y le dimos otro tanto por Nuestra rahmah y para que fuera motivo de reflexión para los dotados de entendimiento. (44) Toma en tu mano un haz de ramas y golpea con él, y no perjures. En verdad que le hallamos paciente. ¡Qué excelente siervo! A su Señor se volvía siempre arrepentido. (45) Recuerda a Nuestros siervos Ibrahim, Ishaq y Yaqub, todos ellos dotados de firmeza y de una clara percepción. (46) E hicimos que en todo momento mantuvieran el recuerdo de la Última Morada. (47) Los elegimos por su pureza y rectitud. (48) Y recuerda a Ismail[1214], al-Yasa y a Dhul Kifl[1215], todos ellos de entre los más nobles. (49) Esto es un recuerdo y una admonición. Para quien los siga habrá una hermosa morada (50) –los Jardines de Adn cuyas puertas se abrirán para ellos. (51) Allí, recostados, tendrán abundante fruta y bebida. (52) A su lado habrá mujeres puras, siempre jóvenes. (53) Esto es lo que se os promete para el Día de la Rendición de Cuentas. (54) Este será Nuestro sustento que nunca se acabará. (55) Así será. Los tiranos transgresores tendrán la peor morada (56) –yahannam, donde arderán. ¡Qué mal refugio! (57) ¡Que gusten el agua hirviente y la pus, (58) y otros castigos como esos! (59) – “Ahí tenéis a un grupo que será arrojado con vosotros.” –“No son bienvenidos.” Han de arder en el fuego. (60) Dirán: “¡No! Sois vosotros los que no sois bienvenidos. Vosotros nos llevasteis a esta situación.” ¡Qué mal lugar de permanencia! (61) Dirán: “¡Señor nuestro! A quienes han sido la causa de que estemos aquí dóblales el castigo del fuego.” (62) Dirán: “¿Qué nos pasa que no vemos a unos hombres que considerábamos de los peores? (63) Los tomábamos a burla. ¿O acaso están aquí, pero no los vemos?” (64) Así discutirá la gente del fuego. (65) Aclárales que no eres, sino un advertidor. No hay ilah, sino Allah –el Único, el Dominador, (66) el Señor de los Cielos y de la Tierra y de lo que entre ambos hay, el Poderoso, el Perdonador. (67) Hazles entender que ésta es una grandiosa noticia, (68) de la que ellos se apartan; (69) y de que no tienes conocimiento de lo que se discute en el Consejo Supremo. (70) Tan sólo se te ha inspirado que seas un claro advertidor. (71) Cuando dijo tu Señor a los malaikah: “Voy a crear un ser humano –bashar– del barro. (72) Una vez lo haya preparado y haya insuflado allí mi Ruh, estad listos para asistirle.” (73) Todos los malaikah aceptaron servirle, (74) salvo Iblis, que se ensoberbeció y fue de los encubridores. (75) Dijo: “¡Iblis! ¿Qué es lo que te impide servir a quien he creado con Mis manos? ¿Te has ensoberbecido o eres de los altivos?” (76) Dijo: “Yo soy mejor que él. A mí me has creado de fuego, mientras que a él lo has creado de barro.” (77) Dijo: “¡Sal de aquí! Y reprobado seas. (78) Te seguirá Mi maldición hasta el Día de la Rendición de Cuentas.” (79) Dijo: “Si esa es Tu voluntad, dame de tiempo hasta el Día del Resurgimiento.” (80) Dijo: “Así será. (81) Tendrás de tiempo hasta el Día fijado.” (82) Dijo: “Por Tu poder los desviaré del camino de rectitud a todos ellos, (83) salvo a aquellos de Tus siervos que sigan la recta guía.” (84) Dijo: “Esta es la verdad y la verdad digo (85) –llenaré yahannam contigo y con todos los que de ellos te sigan.” (86) Aclárales que no les pides ningún pago por ello, y que no piensen que estás fingiendo. (87) No es, sino un recuerdo y una admonición para todos los dominios. (88) Sin duda que pronto sabréis lo que en él se anuncia.
[1201] Ver artículo IV.
[1202] Alihah آلِهاة es el plural de ilah إله, e ilahat إلاهات es su femenino plural.
[1203] Ver Info 14.
[1204] Ver artículo XI.
[1205] Otra interpolación del discurso de Allah el Altísimo en el texto general. Ver artículo XXII.
[1206] Ver Info 24 y artículo XX.
[1207] Ver artículo XX.
[1208] Ver cuadro C7 e Info 11.
[1209] Narrado de Abu Salamah bin ‘Abdur Rahman: “Entré donde estaba ‘Abdullah bin ‘Amr y dije: ‘Oh tío, dime lo que te ha dicho el Mensajero de Allah (s.a.s).’ Dijo: ‘Oh hijo de mi hermano, había decidido esforzarme al máximo hasta el punto que me dije a mí mismo: ‘Ayunaré todos los días de mi vida y recitaré el Qur-an todos los días y todas las noches.’ Y llegó a oídos del Mensajero de Allah (s.a.s) mi resolución y vino a mi casa y me dijo: ‘Me ha llegado la noticia de que has dicho: ‘Ayunaré todos los días de mi vida y recitaré el Qur-an.’ Dije: ‘En verdad que eso es lo que he dicho, Oh Mensajero de Allah.’ Dijo: ‘Sí, pero no lo hagas. Ayuna tres días de cada mes.’ Dije: ‘Tengo fuerza para algo más que eso.’ Dijo: ‘Entonces ayuna dos días a la semana, los lunes y los jueves.’ Dije: ‘En verdad que tengo fuerza para más que eso.’ Dijo: ‘Entonces haz el ayuno de Daud –sobre el la paz. Y en verdad que su ayuno era el más equilibrado ante Allah: Un día ayunaba y al siguiente rompía el ayuno; Y si hacía una promesa, no la infringía; y si se encontraba (con el enemigo), no huía.’”
(Sunan an-Nasai, libro del ayuno 2395 –sahih)
En el comentario de Hafiz Abu Tahir Zubair Ali Zai a este hadiz destaca la energía física y el vigor del Profeta Daud: “‘Nunca huyó ante el enemigo’: Se mencionan aquí dos atributos adicionales con los que ha sido caracterizado. A demás de su estricto ayuno, poseía una inmensa energía física. Había sido investido de una gran fuerza interior.” A continuación cita esta misma aleya de la sura Sad.
[1210] Ver artículo XX.
[1211] Ver artículo XXI.
[1212] Ver artículo XXI, apéndice G y referencias F5 y F6.
[1213] Ver artículo XX.
[1214] Ver artículo XX y esquemas 20 y 23.
[1215] Ver artículo XX.