18.SURA DE LA CAVERNA

AL-KAHF

سُورَةُ الكَهْفِ

Mequinense

Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim

(1) ¡Alabado sea Allah, Quien hace descargar sobre Su siervo el Kitab[916]! No hay en él ningún extravío. Antes bien, guía a la rectitud. (2) Advierte con claridad de Su temible castigo y anuncia a los creyentes, ésos que actúan con rectitud, que tendrán un hermoso galardón, (3) en el que permanecerán para siempre. (4) Es una advertencia para los que dicen: “Allah ha tomado una entidad como Su hijo.” (5) Carecen de conocimiento para decir eso, como ya carecían de él sus padres. Inaudita es la palabra que sale de sus bocas. No hacen sino fraguar embustes. (6) Es posible que te esté matando el dolor de ir tras ellos, exhortándoles a la verdad, y que, aun así, no crean en esta revelación. (7) Hemos hecho atractivo todo cuanto hay en la Tierra para probarles y para ver cuál de ellos sería mejor en obras. (8) Mas todo lo que hay en ella lo convertiremos en tierra estéril. (9) ¿Acaso piensas que el relato de los compañeros de la caverna y al-raqim forma parte de Nuestros signos prodigiosos[917]? (10) Menciónales cuando los jóvenes se refugiaron en la caverna y dijeron: “¡Señor nuestro, ten misericordia de nosotros y guíanos para que nos dispongamos en este asunto con rectitud!” (11) Y los hibernamos[918] en la caverna durante años. (12) Luego los deshibernamos para saber cuál de los dos bandos[919] sería capaz de calcular el tiempo que habían permanecido en ese estado. (13) Te relatamos estas noticias para que conozcas su verdadera historia[920]. Eran unos jóvenes que creían en su Señor y a quienes les habíamos apoyado con la guía. (14) Y fue la fuerza que pusimos en sus corazones la que les hizo levantarse y proclamar: “¡Nuestro Señor es el Señor de los Cielos y de la Tierra. No invocaremos aparte de Él a ningún otro ilah, pues si lo hiciéramos, estaríamos cometiendo una enorme iniquidad. (15) Nuestro pueblo ha tomado alihah[921] aparte de Él. ¡Si al menos trajesen un claro argumento que justificase su actitud!” ¿Quién es más infame que quien fragua embustes contra Allah? (16) “Ahora que os habéis apartado de ellos y de lo que adoran en vez de a Allah, refugiaos en la caverna, que vuestro Señor desplegará Su rahmah sobre vosotros y dispondrá vuestro asunto de la mejor manera[922].” (17) De haber estado allí, habrías visto el Sol elevarse y alejarse de su caverna por la derecha; y al ponerse, dejarlos a su izquierda, estando ellos en un conducto subterráneo[923]. Esto forma parte de los signos de Allah. A quien Allah guíe, estará guiado, y para aquel a quien extravíe no encontrarás apoyo ni recta guía. (18) Te habría parecido que estaban despiertos, sin embargo estaban hibernados. Les girábamos a la derecha y a la izquierda, mientras su perro permanecía con las patas extendidas en el umbral. De haberlos descubierto y de haberte acercado a ellos sigilosamente, habrías huido aterrorizado. (19) Entonces los deshibernamos para que se interrogaran entre ellos. Preguntó el que había tomado la palabra: “¿Cuánto tiempo habéis permanecido?” Contestaron: “Hemos debido permanecer un día o parte de un día.” Dijeron: “Vuestro señor sabe mejor el tiempo que habéis permanecido. Enviad a uno de vosotros a la ciudad con las monedas de plata que tenéis, éstas, para que se procure los alimentos más puros y podáis comer de ellos. Mas que actúe con prudencia y sea amable en el trato con la gente, de manera que nadie se aperciba de vuestra existencia, (20) pues si logran sojuzgaros, os apedrearán u os harán volver a su mil-lah y entonces nunca podríais salir victoriosos.” (21) De esta forma les mostramos el camino hasta ellos para que los descubrieran y comprendieran que la promesa de Allah es verdadera y que la Hora sin duda ha de llegar. Estando discutiendo sobre el asunto, dijeron: “Construid por encima de ellos una edificación. Su Señor los conoce bien.” Dijeron los que presentaron los argumentos de más peso: “Le daremos la forma de un lugar de adoración[924].” (22) Dirán: “Eran tres y su perro era el cuarto.” Y dirán: “Cinco y su perro era el sexto,” pero no son sino conjeturas. Y aun dirán: “Siete y su perro era el octavo.” Tu Señor sabe mejor su número. Sólo unos pocos lo conocen. No te enzarces en discusiones sobre ellos que sólo pretenden crear duda y confusión, a no ser que sea de forma clara e incuestionable, ni les pidas su opinión al respecto. (23) Y no digas nunca refiriéndote a cualquier asunto: “Lo haré mañana,” (24) a menos que añadas: “Si esa es la voluntad de Allah –inshaallah.” Recuerda a tu Señor cuando olvides y di para tus adentros: “Podría ser que mi Señor me guiase en este asunto a lo que más se acercase a la rectitud.” (25) “Permanecieron en la caverna trescientos años más otros nueve[925].” (26) Infórmales de que es Allah Quien sabe mejor el tiempo que estuvieron allí. A Él pertenece el Ghaib de los Cielos y de la Tierra. ¡Y de qué forma tan clara percibe todo cuanto hay en Su creación! No tienen aparte de Él quien les proteja. Con nadie comparte Su soberanía. (27) Recita lo que se te inspira del Kitab de tu Señor. Su plan no cambia. No encontrarás que haya fuera de Él refugio alguno. (28) Sé paciente con aquellos que invocan a su Señor mañana y tarde. Quieren Su complacencia. No te desentiendas de ellos buscando los placeres de la vida de este mundo ni obedezcas a quien hemos hecho que su corazón sea negligente con Nuestras advertencias y sigua sus pasiones[926]. Su caso es el de aquel que ha desobedecido a su Señor y ha transgredido Sus límites. (29) La verdad viene de tu Señor. Así pues, quien quiera creer en ella que crea, y quien quiera encubrirla que la encubra. Hemos preparado para los infames un fuego que les rodeará y un humo ardiente que les cubrirá por completo. Si piden auxilio, se les auxiliará arrojándoles un agua como cobre fundido que les abrasará la cara. ¡Qué terrible bebida y qué mal auxilio! (30) No dejaremos que se pierda el galardón de los que crean y obren con rectitud. (31) Estos son los que entrarán en los Jardines de Adn por donde fluirán ríos. Allí estarán adornados con brazaletes de oro y llevarán vestidos verdes de raso y brocado, recostados en divanes. ¡Qué excelente galardón y qué hermoso lugar en el que reclinarse! (32) Ponles el ejemplo de dos hombres –a uno de ellos le dimos dos jardines de vides rodeados de palmeras. Entre ambos pusimos campos de cultivo. (33) Cada uno de los jardines producía sus frutos con exacta regularidad y abundancia. Hicimos brotar un manantial cuya agua fluía entre esos dos vergeles. (34) Todo ello le reportaba grandes beneficios. Hablando con su compañero, le espetó: “Yo tengo más riquezas que tú y más poder en hombres.” (35) Entró en su jardín con arrogancia y dijo: “Nada de todo esto podrá perecer jamás. (36) Y seguro estoy de que no llegará la Hora, pero si fuera devuelto a mi Señor, sin duda que encontraría a cambio de esto algo mejor.” (37) Su compañero entonces le replicó: “¿Encubres acaso la verdad de Aquel que te creó de tierra, luego de un agua fecundadora eyaculada y te dio forma de hombre? (38) En lo que a mí respecta, Él es Allah, mi Señor. No doy poder a nadie, excepto a Él. (39) ¿Por qué no dijiste al entrar en tu jardín: ‘Que se haga la voluntad de Allah. No hay poder, sino el que viene de Él.’? Si ves que tengo menos riqueza e hijos que tú, (40) pudiera ser que mi Señor me diera algo mejor que tu jardín y que mandase contra él algún castigo del cielo que lo arrasara (41) o que su agua se quedase en la profundidad de la tierra, sin que pudieras extraerla.” (42) Entonces sus frutos quedaron destruidos. Al verlo devastado, se retorcía las manos pensando en lo que se había gastado en él. Dijo: “¡Ojala no hubiera dado poder a otro que a mi Señor!” (43) No hubo nadie que pudiera ayudarle, excepto Allah. Ni él mismo pudo ayudarse. (44) Ahora se daba cuenta de que la verdadera soberanía es de Allah. Suyo es el mejor galardón y Su guía conduce al buen final. (45) Ponles el ejemplo de cómo la vida de este mundo se asemeja al agua que hacemos caer del cielo, la cual se mezcla con las plantas de la tierra, que luego se convierten en paja que el viento esparce. Allah tiene el poder sobre todas las cosas. (46) La riqueza y los hijos[927] son el adorno de la vida de este mundo, pero son las buenas obras lo que permanece, y tienen junto a tu Señor el mejor galardón e infunden mejores esperanzas. (47) El Día[928] en el que pongamos a las montañas en movimiento verás la Tierra alisada. Los reuniremos a todos, sin dejarnos a uno solo de ellos. (48) Comparecerán ante tu Señor en filas: “Habéis venido a Nosotros en la misma condición que os creamos la primera vez. Sin embargo, pretendíais que este encuentro nunca tendría lugar.” (49) Se colocará el Kitab y verás entonces a los nefarios aterrorizados por lo que hay en él. Dirán: “¡Ay de nosotros! ¿Qué clase de Kitab es éste que todo, pequeño o grande, está en él registrado?” Se encontrarán con sus obras. Tu Señor no actuará injustamente con nadie. (50) Cuando dijimos a los malaikah: “Servid a Adam,” todos aceptaron servirle, salvo Iblis que era de los yin[929] y se rebeló contra la orden de su Señor. “¿Vais entonces a apoyaros en él y en su descendencia en vez de apoyaros en Mí cuando ellos son vuestros enemigos?” ¡Qué mal negocio el de los infames! (51) “No los tomé como testigos de la creación de los Cielos y de la Tierra ni tampoco de su propia creación ni Me serví para ello de los que extravían a otros.” (52) El Día en el que diga: “Llamad a esos que afirmabais que tenían poder aparte de Mí.” Los llamarán, pero no les responderán y pondremos entre ellos un abismo de perdición[930]. (53) Los nefarios verán el fuego y entenderán que en él habrán de caer, pero no encontrarán un lugar por el que poder volver. (54) Hemos dispuesto en este Qur-an para la gente –nas– toda clase de ejemplos, pero el hombre –insan– es ante todo porfiador. (55) ¿Qué impide a los hombres –nas– creer cuando les llega la guía o pedir perdón a su Señor? ¿Es que quieren seguir la misma conducta –sunnah– que sus ancestros o encontrarse con el castigo cara a cara? (56) No enviamos a los Mensajeros, sino como anunciadores de buenas nuevas y como advertidores. Mas los encubridores porfían sin argumentos para invalidar así la verdad, “y toman a burla Mis signos” y aquello con lo que se les advierte. (57) ¿Quién puede haber más infame que aquel a quien se le mencionan los signos de su Señor y se aparta de ellos, olvidándose de los registros que sus acciones pasadas han impreso en su Kitab? Les hemos cubierto los corazones para que no lo comprendan, y hemos puesto sordera en sus oídos para que no entiendan lo que oyen. Si les llamas a la guía, nunca podrán guiarse. (58) Tu Señor es el Perdonador, el Poseedor de Toda la Rahmah. Si actuara según sus obras, el castigo que les corresponde ya les habría llegado, pero se lo retrasa hasta la cita acordada. Después no habrá para ellos refugio alguno. (59) Esas son las ciudades que aniquilamos por su infamia cuando se cumplió el plazo que se había fijado para su destrucción. (60) Cuando Musa[931] le dijo al muchacho que le servía: “He de continuar hasta alcanzar la confluencia de los dos mares, aunque me cueste siglos llegar hasta allí.” (61) Y llegaron a la confluencia de los dos mares. Se olvidaron de seguir su pez, y este se deslizó hacia el mar a través de un conducto subterráneo. (62) Una vez hubieron rebasado aquel lugar, le dijo al muchacho: “Trae el almuerzo, pues el viaje nos ha causado una enorme fatiga.” (63) Dijo: “¿Acaso no advertiste que cuando nos dirigíamos hacia las rocas me olvidé del pez? Sólo el shaytan me hizo olvidarme y no acordarme de él, y este se deslizó prodigiosamente hacia el mar.” (64) Dijo: “Eso es lo que estábamos buscando.” Y se volvieron siguiendo el rastro que habían dejado. (65) Allí se encontraron con uno de Nuestros siervos a quien le habíamos concedido misericordia y conocimiento. (66) Le dijo Musa: “¿Puedo seguirte para que me enseñes la recta guía que te han enseñado a ti?” (67) Respondió: “Ten por seguro que no podrás retener tus impulsos si me sigues. (68) ¿Y cómo podrías retenerlos si mis actos provienen de un conocimiento que tu experiencia no abarca?” (69) Dijo: “Si es la voluntad de Allah, verás que controlo mis impulsos y no desobedezco tus órdenes.” (70) Le dijo: “Si decides seguirme, no me hagas ninguna pregunta y espera hasta que yo mismo me refiera a ello.” (71) Siguieron su camino hasta que montaron en una embarcación y la agujereó. Dijo: “¿La has agujereado para que se ahoguen los que van en ella? Terrible en verdad es lo que has hecho.” (72) Dijo: “¿Acaso no te advertí que si me acompañabas, no podrías retener tus impulsos?” (73) Dijo: “No me lo tomes en cuenta si olvido tus advertencias ni me impongas algo difícil de sobrellevar.” (74) Siguieron su camino hasta que se encontraron con un muchacho al que mató. Dijo: “¿Has matado a un ser inocente, sin que él hubiera matado a otro? Verdaderamente has cometido un acto de iniquidad.” (75) Dijo: “¿Acaso no te advertí que si me acompañabas, no podrías retener tus impulsos?” (76) Dijo: “Si después de esto vuelvo a exigirte una explicación, no dejes que te siga acompañando. Por mi parte, estarías excusado.” (77) Siguieron su camino hasta que llegaron a una aldea y pidieron a su gente que les dieran algo de comer, pero les negaron su hospitalidad. Allí encontraron un muro a punto de derrumbarse y lo niveló. Dijo: “Si hubieras querido, podrías haber pedido algo por el trabajo que has hecho.” (78) Dijo: “Aquí debemos separarnos. Voy a aclararte la interpretación de aquello que te impidió retener tus impulsos. (79) En cuanto a la embarcación, pertenecía a unos hombres que vivían de ella y quise inutilizarla, pues iban a encontrarse con un poderoso cacique que se apropiaba por la fuerza de todas las embarcaciones que cruzaban su territorio. (80) En cuanto al muchacho, tenía padres creyentes y temíamos que les oprimiera, mostrándose rebelde e ingrato. (81) Quisimos que su Señor les diera a cambio uno mejor que él, más puro y más compasivo. (82) En cuanto al muro, era de dos muchachos huérfanos de la aldea y debajo del mismo había un tesoro que les pertenecía. Su padre había sido de los justos y tu Señor quiso, en Su rahmah, que llegaran a la madurez y pudieran sacar su tesoro. No he hecho nada de todo esto de motu proprio. Esta es la interpretación de aquello que te impidió retener tus impulsos.” (83) Te preguntan por Dhul Qarnain[932]. Recítales una parte de su historia. (84) Le dimos preeminencia en la Tierra y los medios para alcanzar sus objetivos. (85) De esta forma emprendió su camino (86) hasta que llegó a donde se pone el Sol, y halló que se ponía en una tierra fangosa en la que habitaba un pueblo. Dijimos: “¡Dhul Qarnain! O bien los castigas o bien los tratas de la mejor manera.” (87) Respondió: “Al infame lo castigaremos y luego será devuelto a su Señor Quien le castigará con un castigo más severo aun. (88) Y el que crea y actúe con rectitud recibirá el más hermoso galardón, y le ordenaremos lo que le resulte más fácil.” (89) De nuevo emprendió su camino (90) hasta que llegó a donde sale el Sol, y halló que salía sobre una gente a la que no habíamos provisto con ningún sistema para cubrirse. (91) Así fue. Teníamos perfecto conocimiento de lo que se movía secretamente en su interior. (92) De nuevo emprendió su camino (93) hasta que llegó a un lugar en el que había dos masas rocosas, separadas por una gran abertura y halló que a un lado de ellas había una gente que apenas comprendía una palabra cuando se les hablaba[933]. (94) Dijeron[934]: “¡Dhul Qarnain! En verdad que Yayuy y Mayuy[935] se exceden en su iniquidad. ¿Quieres que te entreguemos una parte de lo que producen nuestras tierras para que levantes una muralla que nos separe de ellos?” (95) Respondió: “La preeminencia que mi Señor me ha dado es mejor que lo que me ofrecéis, pero si me ayudáis con vuestras manos, construiré una barrera fortificada que les impida penetrar en vuestro territorio. (96) Traedme bloques de hierro.” E hizo un encofrado para nivelar la depresión que separaba las dos masas rocosas. Dijo: “¡Soplad hasta que el fuego lo derrita! Dijo: “Traédmelo para rellenar el encofrado con hierro fundido.” (97) Y no pudieron escalarla ni hacer un túnel en ella. (98) Dijo: “Esto es una rahmah de mi Señor, pero cuando se haga realidad Su promesa, la demolerá. La promesa de mi Señor se ha de cumplir.” (99) Ese Día haremos que surjan, como olas, agitándose unos sobre otros. Se soplará en el cuerno[936] y los reuniremos a todos. (100) Ese Día mostraremos claramente yahannam a los encubridores. (101) Esos cuyos ojos estaban velados “a Mi recuerdo[937]” y no podían entender lo que oían. (102) “¿Acaso los encubridores cuentan con recibir protección de Mis siervos en vez de recibirla de Mí?” Agasajaremos a los encubridores con yahannam. (103) Infórmales de quiénes serán los mayores perdedores a causa de sus obras. (104) Aquellos cuyos esfuerzos por ganar la vida de este mundo les habrán extraviado. Pensaban que hacían el bien al actuar de esa manera. (105) Esos son los que habían encubierto la verdad de los signos de su Señor y el encuentro con Él. Sus obras serán vanas y el Día del Resurgimiento no les daremos ningún valor. (106) Yahannam será lo que reciban en pago por haber encubierto la verdad, “y por haber tomado Mis signos y a Mis Mensajeros a burla.” (107) Pero a los que crean y actúen con rectitud les agasajaremos con el Jardín del Firdaus. (108) En él permanecerán para siempre y no desearán cambiarlo por nada. (109) Si el mar fuera tinta con la que escribir las palabras de tu Señor, se agotaría antes de que se agotaran Sus palabras, incluso si volviéramos a llenarlo de tinta. (110) Aclárales que no eres más que un humano –bashar– como ellos, al que se le ha inspirado que su Ilah es el Único Ilah. Así pues, el que espere encontrarse con su Señor que actúe con rectitud y no de poder a ninguno de Sus siervos.

NOTAS


[916]  Ver artículo XIV y esquema 19.

[917] Los Quraish, los judíos y los cristianos no dejaban de bombardear al Profeta (s.a.s) con preguntas referidas a sus tradiciones para probarle y ver si podían pillarle en falso y demostrar así que no era un “Enviado”. En este caso le preguntaron por la historia de los jóvenes durmientes que circulaba entre las tradiciones cristianas. Allah el Altísimo no sólo revela a Su profeta todos los detalles de la historia, sino que además corrige aquello que no pertenecía al relato verdadero y que se habría filtrado con el transcurso de los años. Pero al mismo tiempo, le hace comprender al Profeta (s.a.s) y a quienes le habían preguntado, que esa historia era irrelevante para Quien ha Originado el Universo y creado todo cuanto en él existe. Por ello, la pregunta de la aleya es una pregunta retórica, es como si dijese: “¿Acaso te parece esta historia uno de los signos sorprendentes de tu Señor? Por supuesto que no. Fíjate en el firmamento y en ti mismo. Observa los ciclos vitales y en cómo hemos levantado los Cielos.”

Al mismo tiempo, Allah el Altísimo nos muestra a lo largo de esta sura la subjetiva relatividad en la que vivimos y con la que valoramos los acontecimientos. Enseguida damos poder a los misterios y a los “fenómenos sobrenaturales.” Es como el mundo imaginario de los niños.

Otro aspecto importante en esta sura es la irrelevancia de los números ante Allah. Y es a los números a lo que más relevancia han dado los judíos; sobre ellos han basado su cábala y la interpretación de sus escrituras.

[918] La expresión árabe darabna ala adhanihim ضَرَبْنا على ءَاذانهم hace referencia a un estado de inconsciencia, de coma, en el que nada puede sacarnos de él. Sin embargo, el estado de coma suele producirse a causa de una enfermedad o de un trauma, por lo que hemos preferido utilizar el término “hibernación.”

Por otra parte, la palabra faywah فَجْوَة, de la aleya 17, da la idea de una pequeña cueva dentro de la cueva; de una hendidura en el interior de la cueva. En cualquiera de los dos casos pudo haberse producido un efecto natural de hibernación controlado por los malaikah. Ese estado de hibernación les habría dado una apariencia tal que causara terror a quienes se encontraran con ellos de improviso.

[919]  En la aleya 9 se nos explica cuáles son esos dos bandos –ashaba al-kahf los compañeros de la caverna أصحاب الكهفِ y los compañeros del Raquim ashaba arRaquim أصْهابَ الرَّقِيمِ. Son dos grupos los que han entrado en la caverna. Quizás se conocían o quizás ambos huían de la represión de la gente de la ciudad y coincidieron (los malaikah los hicieron coincidir) en esa caverna. En cuanto al término raquim رَقيم, deriva del verbo raqama رَقَمَ, y significa –texto, escritura, texto cifrado, tableta en la que hay algo inscrito; y podría hacer referencia a un grupo de los jóvenes de la caverna que tenía un libro, una tableta inscrita, quizás alguno de los evangelios más tarde llamados apócrifos.

[920] Ver artículo I.

[921]  Alihah آلِهاة es el plural de ilah إله, e ilahat  إلاهات es su femenino plural.

[922]  Este discurso es de los malaikah, quienes no dejaron ni un solo instante de acompañarles en aquella aventura espiritual.

[923]  Ver nota de la aleya 11. Las indicaciones que se dan en esta aleya sobre la situación de la caverna muestran que nunca el sol entraba en ella. La entrada estaba dirigida hacia el sur y el Sol discurría del Este al Oeste por encima de la caverna. Esta posición era idónea para que se crease dentro de ella un microclima muy propicio para la hibernación.

Por otra parte, muy probablemente se tratase de una cueva muy conocida, ya que en la aleya 16 se dice: refugiaros en la cueva. Se utiliza el artículo determinado dando a entender que era la cueva que todos conocían, o quizás fuese conocida por los creyentes, pues era la cueva en la que habrían ocurrido importantes acontecimientos en la historia del relato profético. Quizás esa caverna, la cueva, fuese la de Hira, en la que el profeta Muhammad (s.a.s) solía retirarse y en la que recibió la profecía.

[924]  Aquí termina la historia de la caverna. Los compañeros piensan que han estado durmiendo un día o parte de un día. Situación ésta que aprovechan los malaikah (sin duda con forma humana) para hacerles ir a la ciudad y que su gente los encuentre. Va uno de ellos a comprar comida y todos se dan cuenta de la ropa tan extraña que viste y de las monedas con las que pretende pagar lo que ha comprado –son monedas que ya no se utilizan. El joven vuelve a la cueva con la comida y algunos de los principales de la ciudad, alertados por sus conciudadanos de tan insólito suceso, deciden seguirle y, de esta forma, llegan a la caverna. Todos han muerto. Es entonces cuando entienden que esos muchachos son los compañeros de la caverna, una historia que pensaban ficticia y que se habían ido narrando unos a otros. Ahora ven que es cierta y que Allah puede resucitar a los muertos o permitir que unos jóvenes permanezcan vivos durante siglos sin que su configuración física cambie. Entonces deciden levantar un lugar de adoración como una forma de honrarles.

[925]  Esta es la pregunta que le hicieron al Profeta –¿Cuántos años permanecieron en la caverna? En primer lugar, se le reprocha al Profeta que les dijera –“Mañana os lo diré.” Sin añadir, Inshaallah. Luego, no obstante, se le da la buena información –300 años más 9.

[926]  Ver Info 21.

[927]  Ver referencia F18.

[928]  Ver Infos 11 y 16 y cuadro C7.

[929]  Ver artículo I, apéndice G y cuadro C3.

[930]  En esta aleya y en las anteriores vemos varias interpolaciones del discurso de Allah el Altísimo en el discurso del narrador. Ver artículos II, III y XXII.

[931]  Ver artículo XX.

[932] Ver artículo XX, referencias F5 y F6 y apéndice G.

[933]  Ver imagen S1.

[934]  Ver artículo II.

[935]  Consideramos que Yayuy y Mayuy son dos conceptos que hacen referencia a las huestes que en cada momento de la historia están más sometidas a Iblis. En la sura 97 se describen sus estrategias de dominación –asaltar la fortaleza o agujerear las murallas y penetrar en la fortaleza poco a poco, imperceptiblemente. Y estas son las estrategias con las que han ido corrompiendo al hombre. Pablo de Tarso fue horadando el muro de contención que había construido Isa y echando a través de él conceptos como la trinidad y otros que fueron destruyendo todo el edificio cristiano. De la misma forma, se fue horadando, agujereando, el muro del Islam, creando discordia, separatismo, falsos ahadiz y discordantes interpretaciones del Qur-an. Ver Infos 7 y 8.

[936]  Ver Info 11 y cuadro C7.

[937] Allah el Altísimo asocia en esta aleya Su recuerdo a la vista y al oído. La mayoría de los hombres llevan un velo en los ojos que les impide ver la creación de Allah y recordarle y agradecerle Sus innumerables favores para con Sus criaturas y admirarse de Su inaprehensible sabiduría. Por otra parte, cuando alguien les llama a la creencia o les recuerda su condición de criaturas y el Día del Resurgimiento… sus oídos están cerrados y las palabras no logran llegar al corazón, a la consciencia.

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