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Lo primero que sentimos al hacer una lectura completa del Qur-an es que se trata de un libro desconcertante. Y ello porque su estructura narrativa está organizada según lo que podemos denominar تَبْدِيد العِلْ(tabdid al ilm –conocimiento disperso). Para los árabes de hoy esta expresión podría adolecer de cierta connotación negativa –dispersión como algo opuesto a concentración, rigor u ordenación. Sin embargo, en el caso del Qur-an se trata de aplicar su significado literal –en el Qur-an no hay un orden cronológico ni temático; toda la información está dispersa por las miles de aleyas que lo componen. Más aún, el sentido completo de una aleya se encuentra a veces en otra aleya muy alejada de aquella y en una sura diferente. Por ejemplo, en la sura 20 (Ta-Ha), aleya 39, leemos: “Échalo en la barquilla y arrójala al agua. La corriente la llevará hasta la orilla, donde será recogida por un enemigo Mío y suyo.” En esta aleya no se nos informa de la razón por la cual la madre de Musa deberá deshacerse de su hijo, algo tan contrario a los sentimientos de una madre. Sin embargo, el sentido se completa en la aleya 7 de la sura 28 (al-Qasas): Inspiramos a la madre de Musa: “Amamántalo, y cuando temas por él, échalo al agua, y no te amedrantes ni te entristezcas, pues te lo devolveremos y haremos de él uno de los Enviados.” Esta es la razón: “… y cuando temas por él…” Sin embargo, en ninguna de las dos aleyas se especifica la causa de ese temor. Para entenderla tendremos que leer una buena parte del Qur-an.
Esta estructura literaria complica bastante las cosas, sobre todo para los que se acercan al Qur-an por mera curiosidad o para medrar, académicamente hablando, en alguna universidad, escribiendo tratados coránicos o incluso traduciéndolo. Para ellos están velados sus significados. Sin embargo, para los creyentes o para los que se acercan a él con humildad y con un sincero deseo de comprenderlo, esta desconcertante dispersión temática nos da la clave del método que deberemos seguir para unificarlo en un solo cuerpo lleno de sentido جَمْع (yama’) reagrupación y posterior confluencia تَقاطُع (taqatu’). Mas no a modo de glosario o léxico, sino atendiendo precisamente a las columnas y pilares que sostienen la estructura misma del Qur-an –genealogía profética, sistema de transmisión, etapas de la creación, Adam e Isa… hasta agrupar todas las aleyas en los distintos compartimentos en los que ha sido dividido el Qur-an.
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Por otra parte, y a pesar de que encontramos en él infinidad de narraciones, el Qur-an es además un índice –funciona como índice universal del conocimiento. La mayoría de los temas apenas están iniciados (ver esquema 25 con su texto). Recibimos indicaciones y seremos nosotros quienes debamos completarlos –en la sura 37 (as-Saffat), aleya 97, leemos:
قَالُوا ابْنُوا لَهُ بُنْيَانًا فَأَلْقُوهُ فِي الْجَحِيمِ
Literalmente se podría traducir de la siguiente manera: Dijeron: “construir una edificación (bunianan) y arrojarle (a Ibrahim) al yahim (a un gran fuego). El término bunianan significa estructura y también construcción o edificación. Para la mayoría de los exegetas y traductores del Qur-an esta palabra es en cierto modo perturbadora, pues qué tiene que ver “construir una estructura o una edificación” con el hecho de querer quemarle vivo. El desconcertante y enigmático significado de la palabra bunianan les ha llevado a traducirlo por “hoguera”, término éste más acorde con la idea general de la aleya. Sin embargo, en el libro de Daniel (Antiguo Testamento) se narra la historia de tres compañeros arrojados al fuego por los sacerdotes de su ciudad. Aunque con algunas diferencias en sus elementos, vemos que se trata de la historia de Ibrahim en términos muy parecidos a como nos la ha transmitido el Qur-an. Veamos estos dos textos:
He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, Oh rey, nos librará.
Y si no, sepas, Oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.
Entonces Nabucodonosor se llenó de ira contra Sadrac, Mesac y Abde-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.
Y esos tres varones cayeron atados dentro del horno de fuego.
Entonces el rey Nabucodonosor se levantó espantado y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Respondieron: En verdad, Oh rey.
Y él dijo: He aquí que yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno y les dijo: Salid y venid.
Y todos veían cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas.
Daniel 3:17-27
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(64) Y cayeron en la cuenta de lo absurdo de su creencia y se dijeron entre sí: “En verdad que hemos sido inicuos con nosotros mismos.” (65) Luego, volviendo
a su posición anterior, dijeron cabizbajos: “¡Sabes bien que éstos no
pueden hablar!” (66) Entonces les dijo: “¿Es que adoráis aparte
de Allah lo que no puede beneficiaros ni perjudicaros?
(67) ¡No tenéis vergüenza de adorar lo que adoráis en vez de adorar a Allah! ¿Es que no vais a razonar?” (68) Dijeron: “Quemadle y apoyar así a vuestros alihah
si es que queréis hacer algo por ellos.” (69) Dijimos: “¡Fuego, sé frío
y benigno para Ibrahim!” (70) Querían deshacerse de él,
pero resultaron ser ellos los perdedores.
Sura 21 – al Anbia
La interpolación en el libro de Daniel es doble. Por una parte, se incrusta en el texto general la historia de Ibrahim y por otra se suplanta su identidad. ¿Quién es Daniel? Su nombre consta de la partícula el, que siempre hace referencia a Allah, a la divinidad, y de dani, participio activo del verbo dana que significa –cercano, íntimo, próximo. Unidos, esos dos términos nos dan el verdadero significado de Daniel –amigo cercano, amigo íntimo de Dios, de Él, de Allah. Por el Qur-an sabemos que ese amigo íntimo de Allah no era otro que Ibrahim: ¿Quién puede haber mejor en el Din que quien somete todo su ser a Allah, hace el bien y sigue la mil-lah de Ibrahim que era hanifa y a quien Allah tomó como jalil خَلِيلاً –amigo íntimo?
وَاتَّخَذَ اللَّهُ إِبْرَاهِيمَ خَلِيلاً
Sura 4:125 – an Nisa
El texto bíblico nos confirma que la expresión utilizada en el Qur-an es literal –se construyó una estructura, una edificación a modo de un gran horno al que fue arrojado Ibrahim y por el que podía caminar de pie. Es posible que junto con Ibrahim se hubiera arrojado a otros de sus compañeros que como él creían en la absoluta unicidad de Allah, y podría ser que un malak se encargase de hacer frío el fuego.
En el Qur-an tenemos indicaciones precisas sobre cronología histórica, escenarios geográficos, origen del universo, proceso de creación del ser humano y muchos otros aspectos de la existencia en la que flota este universo. Sin embargo, no recibimos, sino indicaciones, esbozos que deberemos completar con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, tanto externas –diccionarios, textos históricos, ciencias, mitos, tradiciones… como internas –nuestras propias capacidades cognoscitivas.
Otro ejemplo de lo que acabamos de decir lo encontramos en la palabra yibt, cuyo significado etimológico nos permitirá entender una buena parte del motor que mueve la historia. Este término aparece en la aleya 51 de la sura 4 (adh Dhariayat):
أَلَمْ تَرَ إِلَى الَّذِينَ أُوتُواْ نَصِيبًا مِّنَ الْكِتَابِ يُؤْمِنُونَ بِالْجِبْتِ وَالطَّاغُوتِ وَيَقُولُونَ لِلَّذِينَ كَفَرُواْ
هَؤُلاء أَهْدَى مِنَ الَّذِينَ آمَنُواْ سَبِيلاً
(51) Acaso no te has fijado en cómo creen en los yibt y en los taghut esos a los que se les dio parte del kitab, y dicen de los encubridores: “Están mejor guiados que los creyentes.”
Qur-an 4 – adh Dhariayat
La palabra yibt جِبْت es una corrupción de yibs جِبْس pues siguiendo la norma de armonización consonantal ذولقيّ con las letras ج yت debería ir una ل, ر o ن . La palabra original, el término propiamente dicho es جِبْس que significa –hechicero, adivinador y también alguien en quien no hay nada bueno. Estos son los calificativos que se les fue dando a Samirí y a su tribu, hasta que la palabra yibs se convirtió en yibt y designó a un ídolo o persona con poderes al que se adoraba en vez de Allah –un hechicero, un mago, un chamán dado a las “bacanales” como el propio Samirí, el forjador del becerro de oro que mugía.
(86) Regresó entonces Musa a su gente airado y afligido, y les dijo: “¡Gente mía! ¿Acaso no os hizo vuestro Señor una hermosa promesa? ¿Se os ha hecho larga la espera o es que queréis que se desate la ira de vuestro Señor? Habéis faltado a vuestro compromiso.” (87) Dijeron: “No hemos faltado a la promesa que te hicimos por voluntad propia, sino que nos cargaron con las joyas de la gente y las lanzamos, y así también arrojó el Samirí.” (88) E hizo que emanara para ellos el cuerpo de un becerro que mugía. Dijeron: “Éste es vuestro ilah y el ilah de Musa, pero lo ha olvidado.”
Qur-an 20 – Ta, Ha
Samirí y su tribu eran hechiceros, magos, adivinadores, promotores de la “fiesta” en la que se baila y se canta, se beben licores y se ingieren drogas, expertos en crear situaciones de extrema sensualidad. Es la gran fiesta, el gran carnaval, el aquelarre. Sus mañas se van a convertir en atributo y su tribu va a pasar a la historia bajo muchos nombres, uno de ellos – “gitanos”, un grupo de los Banu Isra-il (ver referencia F12).
Sin embargo, la palabra original se va a conservar en las “Islas” (actual Gran Bretaña). Llegará allí durante el reinado de Sulayman, y designará a ese grupo social que canta y baila, predice el futuro y usa de los hechizos. Un grupo del que la gente se aparta, pues no cree que haya en él “nada bueno”. Son los gypsy (gibs o yibs o gips –“p” y “b” se intercambian fácilmente hasta el punto de que en árabe desaparece el sonido p asumiendo su función el sonido b), el término inglés para gitanos, extendidos hoy por todo el mundo; una tribu de los Banu Isra-il a la que Musa expulsó y maldijo.
El shaytan utiliza dos aliados para corromper las sociedades humanas y establecer su sistema. Por una parte, se vale de los gypsy, o los yibs, de los gitanos, para promover la “fiesta” en la que se adora al becerro a través de la magia, las drogas, el espectáculo y la sensualidad. A eso se resume hoy la vida en el llamado Occidente. La gente trabaja cinco días a la semana para ganar dinero y gastarlo en “dos”, bebiendo, bailando y drogándose. Discos, restaurantes, cafeterías, salas de fiesta… aquelarres gitanos, forma de vida gitana. En la película Devil’s Advocate el protagonista es el propio shaytan camuflado en un exitoso abogado que dirige el bufete más prestigioso de Nueva York. En una de las escenas, él y uno de sus abogados van a un club de elite para celebrar la buena marcha de los negocios judiciales. En ese club la animación está a cargo de un grupo de gitanos que baila y canta flamenco. En la mesa hay sofisticada comida y botellas de vino, whisky y ginebra. Todo ello envuelto en una mágica atmósfera de sensualidad. Eso es lo que el shaytan promete día tras día al hombre –el paraíso en este mundo.
Por otra parte, utiliza a los taghut –los que detentan el poder político y económico y protegen a los yibt y su forma de vida. Los taghut controlan hoy todos los gobiernos y todas las instituciones “internacionales” como la OTAN, la ONU, la UNESCO, el Fondo Monetario Internacional y muchas otras. Son los protectores de los yibt, de los que esparcen por doquier sus polvos mágicos de la gaflah غَفلة la distracción y la indiferencia hacia la verdad. ¿Y qué yibt puede haber hoy más fuerte y poderoso que la tecnología? Una magia que rompe las relaciones familiares y matrimoniales, separa a los amigos, nos entretiene en cosas banales que arruinan nuestras vidas y nos aparta del estudio y de la adoración de Allah.
(6) ¡Oh tú, el hombre –insan! ¿Qué te engañó, apartándote de tu Señor, el Generoso?
Qur-an 82 – al Infitar
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Otro aspecto de la estructura narrativa del Qur-an es la compresión (إنضغاط) –proceso de plegar, condensar y encapsular. El fenómeno de la compresión lo encontramos por doquier en nuestra vida cotidiana. Podemos guardar miles de metros de hilos de coser en una cajita gracias a este fenómeno, ya que esos hilos van enrollados en unos tubitos de cartón o de plástico de apenas un centímetro de grosor. El Qur-an, como cualquier otro libro, está empaquetado en hojas que contienen líneas. Si estas líneas se colocasen unas detrás de otras, llegarían a medir 1.800 metros. Imaginemos lo complicado que sería construir bibliotecas. Modernamente, en los flash que apenas miden un centímetro cuadrado se almacenan comprimidos cientos de libros, imágenes e incluso filmaciones.
Esta cualidad –la compresión– es una de las características de la creación de Allah. Está presente en la primera entidad viva –la célula. El ADN, que contiene toda la información que ésta necesita para su normal funcionamiento, se encuentra empaquetado siguiendo un sistema de zigzag alrededor de proteínas llamadas histonas que al condensarse forman la fibra cromatina de la que están constituidos los cromosomas. De no ser así, algunos ADN llegarían a medir dos metros de largo.
En el Qur-an este sistema de compresión se manifiesta en las palabras, las cuales actúan como cápsulas que contienen infinidad de significados, así como en su propia estructura gramatical. Si descomprimimos algunas de las palabras o expresiones del Qur-an, obtendremos información como para llenar una enciclopedia. Por ejemplo, en la sura 89 (al Fayr) la aleya 3 consta de 5 palabras: ¡Por lo par e impar! Aunque en realidad sólo dos contienen significado. Si las descomprimimos obtendremos un primer escenario de la creación del universo, ya que “lo impar” estaría haciendo referencia al átomo de hidrógeno (un protón en el núcleo y un electrón en la órbita exterior), y de este impar surgirá el par, el átomo de helio (dos protones y dos neutrones en el núcleo, y dos electrones en la órbita exterior), y de la interacción de ambos se originarán todos los demás átomos, los átomos del resto de los elementos que conforman la estructura química del universo.
Al mismo tiempo, el impar hace referencia a la unicidad, a Allah –el Uno– mientras que lo par hace referencia a la multiplicidad, a la creación que se ha originado a partir del impar. De la misma forma, todos los números se originan a partir del 1: 1+1=2; 2+1=3.
A veces, la forma precisa de una palabra hace referencia a un proceso larguísimo y extremadamente complicado. En la sura 26 (ash-Shu’ara), por ejemplo, encontramos en la aleya 184 la palabra الْجِبِلَّةَ al-yibil-lah, un nombre que deriva de la raíz verbal yabala جَبَلَ, que hemos traducido por “los primeros elementos vivos”:
وَاتَّقُوا الَّذِي خَلَقَكُمْ وَالْجِبِلَّةَ الأَوَّلِينَ
Temed a Aquel que os ha creado a vosotros y a los primeros elementos vivos.
No obstante, hay otros significados que derivan de esta misma raíz que nos resultan más familiares como: “montaña” (yabal) y también “hombres”, “grupo de hombres”, (yibil-la). Sin embargo, el término utilizado por el Qur-an en esta aleya es yibil-lah, diferente de los anteriores que hemos mencionado. En el diccionario Lexicon de Lane encontramos los siguientes significados para la palabra yibil-lah –naturaleza, natural, innato, original, constitución, disposición… El propio diccionario traduce esta aleya: “Y las criaturas que os han precedido”. En otro diccionario, el de Julio Cortés, esta forma se traduce por “protoplasma”, dándole así su valor de origen. La razón por la que Lane no utiliza este término es obvio –él compuso su Lexicon a principios del siglo XIX y el término protoplasma fue definido por primera vez en 1835, y no se popularizó, sino mucho más tarde. Fue definido como la substancia arcillosa que contiene material vivo y que, por lo tanto, es responsable de todos los procesos vitales. Un tiempo después, este concepto se desestimó sin que hasta la fecha sepamos la razón. La prueba de que los que lo rechazaron lo hicieron más atendiendo a intereses ideológicos que a evidencias científicas, la tenemos en el hecho de que al citoplasma celular –donde se encuentran los elementos vivos y actuantes de la célula– se le llame también protoplasma. La mayoría de las teorías sobre el origen de la vida que hoy gozan de una mayor aceptación confirman que ésta debió originarse en el barro, donde se fueron reuniendo los diferentes elementos (en el protoplasma) que más tarde conformarían la primera célula. John B. S. Haldane (un genetista y fisiólogo británico, 1892-1964), por ejemplo, sugirió que el origen de la vida pudo haber tenido lugar en una disolución caliente a modo de sopa, cuyos elementos estarían absorbidos e interconectados en una masa de arcilla. Hay numerosas aleyas coránicas que confirman que la vida se originó en el barro:
وَلَقَدْ خَلَقْنَا الإِنسَانَ مِن سُلالَةٍ مِّن طِينٍ
ثُمَّ جَعَلْنَاهُ نُطْفَةً فِي قَرَارٍ مَّكِينٍ
ثُمَّ خَلَقْنَا النُّطْفَةَ عَلَقَةً فَخَلَقْنَا الْعَلَقَةَ مُضْغَةً فَخَلَقْنَا الْمُضْغَةَ عِظَامًا فَكَسَوْنَا
الْعِظَامَ لَحْمًا ثُمَّ أَنشَأْنَاهُ خَلْقًا آخَرَ فَتَبَارَكَ اللَّهُ أَحْسَنُ الْخَالِقِينَ
ثُمَّ إِنَّكُمْ بَعْدَ ذَلِكَ لَمَيِّتُونَ
ثُمَّ إِنَّكُمْ يَوْمَ الْقِيَامَةِ تُبْعَثُونَ
(12) Creamos al hombre –insan– del extracto de un barro,
(13) que luego transformamos en célula dentro de una resistente cavidad.
(14) Luego hicimos que esa célula se desarrollara hasta convertirse en un coágulo de sangre adherido. Del coágulo de sangre conformamos un embrión como un trozo de carne masticada, y formamos en el embrión huesos que cubrimos de carne. Luego produjimos a partir de él otra criatura. ¡Bendito sea Allah, el Mejor de los Creadores!
(15) Luego, después de eso, moriréis,
(16) y el Día del Resurgimiento seréis resucitados.
Qur-an 23 – al Muminun
وَلَقَدْ خَلَقْنَا الإِنسَانَ مِن صَلْصَالٍ مِّنْ حَمَإٍ مَّسْنُونٍ
وَالْجَانَّ خَلَقْنَاهُ مِن قَبْلُ مِن نَّارِ السَّمُومِ
(26) Hemos creado al hombre –insan– a partir de un molde de arcilla seca extraída de una masa de lodo. (27) Ya antes habíamos creado a los yin de un fuego del samum.
Qur-an 15 – al Hiyr
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Otra norma que rige la estructura narrativa del Qur-an es el hecho de que los sistemas que genera el hombre para organizar sus sociedades sean un reflejo de los sistemas divinos.
Cuando creamos una empresa, nos constituimos en un país independiente, formamos familias… no hacemos, sino reflejar en la tierra los sistemas divinos.
Los términos “Mensajeros”, “rey”, “cuenta”, “castigo”, “jardín”, “fuego”… que encontramos mencionados en el Qur-an se refieren todos ellos a conceptos que forman parte de nuestra vida cotidiana, y aunque esos mismos conceptos no designen exactamente lo mismo en el plano divino, nos aproximan a su realidad, nos la hacen comprensible. En las siguientes aleyas se nos advierte que quizás no seamos capaces de comprender en toda su amplitud el significado de “el Día de la Rendición de Cuentas”:
وَمَا أَدْرَاكَ مَا يَوْمُ الدِّينِ ثُمَّ مَا أَدْرَاكَ مَا يَوْمُ الدِّينِ
(17) ¿Mas cómo sabrás qué es el Día de la Rendición de Cuentas?
Qur-an 82 – al Infitar
Cierto es que no podemos imaginarnos el grandioso escenario de ese Día en toda su magnitud, pero sabemos lo que es estar solo, indefenso, sin nadie que pueda interceder a nuestro favor. Conocemos la gravedad de un juicio, su solemnidad y su irrevocabilidad. A pesar de que no tenemos una experiencia de ese tipo, podemos hacernos una idea de cuál será nuestra situación ese Día. Así mismo, sabemos lo que significa “el fuego”, tenemos una clara percepción de cuán terrible debe ser caer en él, aunque el fuego de yahannam sea diferente al fuego terrenal.
Todos esos conceptos y descripciones nos resultan familiares, comprensibles y por ello podemos calibrar la seriedad de las amenazas divinas y, al mismo tiempo, la magnanimidad de Su perdón y de Sus galardones. Podemos entender conceptos morales como virtud, falta, pecado o soberbia. Por lo tanto, podemos deducir que hay una constante interacción entre los sistemas divinos y los humanos, de modo que unos nos sirven para entender los otros. A través de las características que componen nuestras sociedades, podemos imaginar las divinas.
Si comparamos la comunidad de hormigas con la comunidad humana, veremos que existe entre ellas una asombrosa “semejanza” en cuanto a sus elementos constitutivos. En ambas hay una precisa organización social que incluye –administración, sistema económico de producción y almacenamiento, sistema de defensa, control del trabajo y de la procreación, construcciones y un sorprendente etc. Sin embargo, si dirigimos nuestra atención a cómo se manifiestan estos elementos, veremos que son muy diferentes –en nuestras sociedades hay ciudades que se componen de miles de edificios, calles asfaltadas, hospitales, universidades… Cultivamos nuestros propios alimentos que luego vendemos en mercados… Sin embargo, a nivel general, los elementos básicos de ambas comunidades se asemejan, son mundos reflejos, sistemas derivados de unos mismos principios. Y lo mismo podemos observar al estudiar el mundo de las abejas o el de cualquier otra comunidad animal:
وَمَا مِن دَابَّةٍ فِي الأَرْضِ وَلاَ طَائِرٍ يَطِيرُ بِجَنَاحَيْهِ إِلاَّ أُمَمٌ أَمْثَالُكُم
(38) No hay criatura que se mueva sobre la tierra ni volador que vuele con sus alas que no forme comunidades semejantes a las vuestras.
Qur-an 6 – al An‘am
Los mundos que pueblan el universo se van estratificando según un mismo modelo –el divino– que se va adaptando a la realidad ontológica y fisiológica de las entidades que los pueblan.
Si tomamos como ejemplo el organigrama de una gran empresa multinacional, veremos que consta de un propietario, de un consejo de administración, de un equipo de ingenieros, de un equipo de técnicos y de un numeroso grupo de trabajadores que incluye –producción, limpieza, mantenimiento de la maquinaria e instalaciones, contabilidad, transporte, representantes, secretarias, diseño, organización de ferias, compras y ventas, control de calidad, almacenamiento… Todo ello bajo la supervisión del equipo directivo. En el consejo de administración se diseñan las estrategias comerciales y de producción; se emiten órdenes; se distribuyen los recursos, se reciben informes y, así mismo, dispone de un portavoz que le representa ante los medios de comunicación o ante los clientes.
Este organigrama puede complicarse dependiendo de las características y de la naturaleza propias de la empresa, pero básicamente todas las empresas, grandes o pequeñas, siguen este mismo patrón.
La misma organización que encontramos en los países –con un gobierno central que emite las órdenes, delibera, legisla, dispone de ejército y de cuerpos de policía para proteger el territorio y tiene representaciones en todas las provincias. Esta realidad que observamos cada día en todos los aspectos de nuestra cotidianidad nos lleva al concepto de una creación basada en el principio de plantillas; es decir, en el principio de que existen unos modelos o patrones generales de los que se derivan todos los elementos que operan en la creación (ver artículo II).
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Otro aspecto de la estructura narrativa del Qur-an lo constituyen los niveles de poder y de ejecución –para comprender correctamente ciertas aleyas coránicas deberemos diferenciar entre estos dos niveles.
En algunas aleyas se nos informa de que Allah ha creado, o ha hecho descargar o ha castigado. También se nos informa de que Allah da la vida y da la muerte. En otras, sin embargo, se dice que son los malaikah o las entidades del Consejo Supremo الْمَلإِ الأَعْلَى las que crean, hacen descargar o castigan. Y también son ellas las que dan la vida y dan la muerte, las que se llevan nuestro nafs, etc. Esta aparente contradicción se debe a que las primeras aleyas que hemos mencionado se refieren al nivel de poder. Es Allah quien tiene el poder de hacer todo eso, pues todo emana de Él. En el otro grupo de aleyas, en cambio, se habla de la ejecución física, de las entidades que llevan a cabo el trabajo. También en nuestro mundo existen estos dos niveles. En cualquier gobierno o empresa el presidente o el director diseñan sus estrategias políticas y económicas, pero serán sus ministros o empleados quienes las ejecuten, quienes las lleven a la práctica. Si hablamos a nivel de poder, diremos que el presidente de tal país ha dicho, ha decidido, ha legislado; mas si hablamos a nivel ejecutivo, mencionaremos a un ministro, un subsecretario, un técnico, un embajador… pues son ellos los que ejecutarán las órdenes y los proyectos del presidente, y harán que se cumplan las leyes o normas emitidas desde el gobierno:
(3) Descarga sobre ti –parte a parte– el verdadero kitab, confirmando las anteriores revelaciones. Ya antes había descargado la Taurah y el Inyil (4) –guía para los hombres– y ahora descarga el Furqan. Quien niegue las aleyas de Allah tendrá un duro castigo. Allah es el Poderoso, el Deshacedor de Agravios.
Qur-an 3 – Ali Imran
اللَّهُ لا إِلَهَ إِلاَّ هُوَ الْحَيُّ الْقَيُّومُ نَزَّلَ عَلَيْكَ الْكِتَابَ بِالْحَقِّ مُصَدِّقًا لِّمَا بَيْنَ يَدَيْهِ
وَأَنزَلَ التَّوْرَاةَ وَالإِنجِيلَ
Qur-an 3:2-3 – Ali Imran
En estas aleyas es Allah Quien hace descargar el kitab sobre Muhammad (s.a.s). Sin embargo, en la siguiente aleya es Yibril el encargado de esta tarea:
(97) Di: “Quien sea enemigo de Yibril ha de saber que es él quien lo descarga en tu corazón por la voluntad de Allah, como una confirmación de lo que ya había, y guía y
buena nueva para los creyentes.”
Qur-an 2 – al Baqarah
قُلْ مَن كَانَ عَدُوًّا لِّجِبْرِيلَ فَإِنَّهُ نَزَّلَهُ عَلَى قَلْبِكَ بِإِذْنِ اللَّهِ مُصَدِّقًا لِّمَا بَيْنَ يَدَيْهِ
وَهُدًى وَبُشْرَى لِلْمُؤْمِنِينَ
Qur-an 2 – al Baqarah
No hay contradicción entre estas dos aleyas. En la primera se habla a nivel de poder –todas las cosas se realizan en última instancia por Allah, por orden Suya. En la segunda se habla a nivel de ejecución, de aplicación –es Yibril quien ejecuta la orden de Allah, quien la hace efectiva.
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Otra de las leyes que conforman la estructura narrativa del Qur-an es la forma en la que relata un hecho que ya ha sido tratado con anterioridad por alguno de los libros revelados o por alguna tradición judía o cristiana fundamentalmente –utiliza los mismos elementos o casi los mismos, parece que es la misma historia, pero en ese mismo texto coránico o en otros se nos da la clave de la verdadera versión. Este método está indicado a veces en el Qur-an a través de la expresión: “Te vamos a relatar la verdadera historia de…” Sin embargo, cuando leemos las aleyas siguientes, tenemos la impresión de que se trata de la misma historia –las mismas palabras, la misma trama… Todo igual. En ello reside el método coránico –para entender la diferencia entre ambas transmisiones deberemos escudriñar los diversos significados de las palabras, fijarnos en la estructura gramatical utilizada y, en general, en cada detalle de la historia hasta componerla de forma correcta. En un principio nos había parecido que ambos relatos eran iguales, pero tras posteriores y detenidas lecturas, vemos que la verdadera historia es muy diferente a la que tradicionalmente se nos había transmitido.
Este aspecto es crucial, ya que el Qur-an es el último corrector que tiene el hombre para guiarse –abroga, rectifica o confirma todo lo anterior, no sólo en cuanto al material revelado, sino en cuanto a todas las teorías e interpretaciones que vayan a desarrollarse hasta el Día del Resurgimiento. Iremos viendo estas correcciones, confirmaciones y abrogaciones a lo largo de los comentarios coránicos.
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En la estructura narrativa del Qur-an observamos cómo una misma palabra tiene diferentes significados dependiendo del contexto. Hay numerosos ejemplos al respecto en el Qur-an. Uno de ellos es la palabra “zauyah” que en muchas ocasiones aparece en su forma plural “azuay” –زوجة–, –أَزواج– y que normalmente se traduce por esposa. Sin embargo, en varias aleyas utiliza este término con su significado original –grupo de cosas o personas afines en algo. Cuando dos o varios objetos o dos o varios individuos tiene características similares, decimos que son zauyah o azuay. Es interesante el hecho de que en español las manillas que utiliza la policía cuando detiene a un delincuente se denominen coloquialmente “esposas”, ya que son dos aros de acero iguales. En las siguientes aleyas vemos que se utilizan estos términos con el significado de grupo:
لاَ تَمُدَّنَّ عَيْنَيْكَ إِلَى مَا مَتَّعْنَا بِهِ أَزْوَاجًا مِّنْهُمْ وَلاَ تَحْزَنْ عَلَيْهِمْ وَاخْفِضْ جَنَاحَكَ
(88) No te fijes en los bienes mundanos que hemos concedido a algunos grupos de entre ellos y que no te muevan a compasión. Antes bien, se condescendiente con los creyentes.
Qur-an 15 – al hiyr
وَلا تَمُدَّنَّ عَيْنَيْكَ إِلَى مَا مَتَّعْنَا بِهِ أَزْوَاجًا مِّنْهُمْ زَهْرَةَ الْحَيَاةِ الدُّنْيَا لِنَفْتِنَهُمْ فِيهِ
وَرِزْقُ رَبِّكَ خَيْرٌ وَأَبْقَى
(131) No te fijes en los bienes que hemos concedido a algunos grupos de ellos
como esplendor de la vida de este mundo para ponerlos a prueba.
La provisión de tu Señor es mejor y no se acaba.
Qur-an 20 – Ta Ha
احْشُرُوا الَّذِينَ ظَلَمُوا وَأَزْوَاجَهُمْ وَمَا كَانُوا يَعْبُدُونَ
(22) ¡Juntad a los infames, a los de su grupo y a los que daban poder (23) aparte de Allah! Allanadles el camino al yahim.
Qur-an 37 – as Saffat
وَآخَرُ مِن شَكْلِهِ أَزْوَاجٌ
(58) …y otros castigos como esos.
Qur-an 38 – Sad
En otras aleyas, sin embargo, a estos términos se les da, por extensión, el significado de esposa o esposas, ya que los esposos forman una unidad familiar, una pareja, dos individuos que viven en la misma casa, tienen hijos…
يَا أَيُّهَا الَّذِينَ آمَنُوا إِنَّ مِنْ أَزْوَاجِكُمْ وَأَوْلادِكُمْ عَدُوًّا لَّكُمْ فَاحْذَرُوهُمْ وَإِن تَعْفُوا وَتَصْفَحُوا وَتَغْفِرُوا فَإِنَّ اللَّهَ غَفُورٌ رَّحِيمٌ
(14) ¡Vosotros que creéis! Entre vuestras esposas e hijos los hay que son vuestros enemigos, guardaos de ellos. Pero si sois indulgentes, pasáis por alto el posible daño que hayan hecho
y perdonáis, sabed que Allah es el Perdonador, el Compasivo.
Qur-an 64 – at Taghabun
Otros dos términos coránicos que se expresan con diferentes significados, son “el Qur-an” y “el Furqan” (para una explicación más detallada ver artículo XIV).
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Dentro del texto coránico encontramos otra característica que es propia de su estilo –se nombra el todo por una parte y se añade alguna indicación sobre ese todo. Por ejemplo, se da la orden a los malaikah de que sirvan a Adam. A continuación, se dice que todos aceptaron cumplir con esa tarea, excepto Iblis que era de los yin. Con la palabra malaikah –una parte– se nombra al todo –malaikah y yin– y se da una indicación de este todo –Iblis era de los yin y no aceptó; es decir, estaba incluido.
Encontramos otro ejemplo de esta característica cuando se habla de la naturaleza de los yin y los insan. En el Qur-an se dice que Allah el Altísimo ofreció a los cielos, a la Tierra y a las montañas cargar con la consciencia, pero todos se negaron y fue el insan quien cargó con ella:
(72) Ofrecimos ser depósito de la consciencia a los Cielos, a la Tierra y a las montañas, pero rechazaron cargar con ella, llenos de temor. Cargó con ella el hombre –insan.
En verdad que mostró ser opresor consigo mismo e ignorante.
Sura 33 – al Azhab
Aquí el término insan –una parte– engloba la totalidad –insan y yin– y se añade una indicación de esa totalidad:
(31) Pronto nos ocuparemos de vosotros dos (insan y yin), los que lleváis la carga.
Sura 55 – Ar Rahman
La frase: “¿Qué gracia de vuestro Señor podréis ambos (insan y yin) negar?”, actúa como leitmotiv a lo largo de toda esta sura. Es decir, no sólo el insan, sino también los yin han cargado con la consciencia y, por lo tanto, también ellos tendrán que rendir cuentas en el Día del Resurgimiento.
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En la estructura narrativa del Qur-an encontramos la siguiente característica –cuando se refiere a un personaje o acontecimiento al que ya se han referido los textos de la gente del libro o sus tradiciones orales con un nombre o apelativo determinado, lo mantiene sin desvelar su identidad (Dhul Qarnain, Sahib al-Hut –el del pez, Luqman y otros).
En el Qur-an nunca se dice que Sahib al-Hut sea Yunus. Esa noticia la tenemos que descubrir nosotros. Es una técnica pedagógica para obligarnos a reflexionar y analizar lo que leemos (ver referencia F6).
Si analizamos la información que de Dhul Qarnain se menciona en el Qur-an y la comparamos con la información de Sulayman, veremos que se trata de la misma persona, ya que hay datos que sólo aparecen en la historia de estos dos personajes –como el hecho de recorrer la Tierra entera. Sulayman pide a Allah el Altísimo que le dé un dominio que nadie después de él pueda tener. Al mismo tiempo vemos a Dhul Qarnain yendo desde donde sale el Sol hasta donde se pone.