AL-IJLAS
سُورَةُ الإخْلَاصِ
Mequinense
Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim
(1) Di: “Él es Allah, Uno. (2) Allah, el Soberano Absoluto. (3) No ha engendrado ni ha sido engendrado, (4) y no hay nada ni nadie que se le pueda igualar[1452].”
[1452] El término utilizado aquí es kufuwan كُفُوًا, que deriva del verbo kafaa كَفَأَ y significa –como, igual a, igual como. Con la partícula lam لَمْ significa lo contrario –nada ni nadie es como Él, igual a Él, semejante a Él.
Sin embargo, eso no quiere decir que Su creación, y especialmente el insan, no se corresponda, de alguna manera, con Él, que no haya “semejanza” entre el Creador y Sus criaturas. Si tomamos el ejemplo de una tarántula y un hombre y proponemos que ambas entidades participan de un mismo sistema de creación y son semejantes, estaremos inclinados a pensar que nada más lejos de la realidad que afirmar tal cosa. Sin embargo, si comparamos sus cuerpos, veremos que en ambos casos se componen de los mismos elementos –cabeza, tronco y extremidades; ojos, sensores y boca. Si observamos sus funciones vitales caeremos en la cuenta que son asombrosamente similares –se mueven, buscan el alimento, cazan, se reproducen y cuidan de sus crías hasta que nacen. Por otro lado, empero, y a pesar de todas estas similitudes, nada más lejos de la razón que asociar las tarántulas al hombre. La similitud entre el Creador y Sus criaturas no significa, por lo tanto, semejanza o igualdad entre ellas –no son comparables. Mas hay similitud entre ambas, ya que Sus criaturas han emanado de Él, llevan Su “sello”, llevan Su “impronta”. Ver artículos IV, V, VII y XV; esquemas 3 y 10.