سُورَةُ الجِنِّ
Mequinense
Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim
(1) Declara que se te ha inspirado que un grupo de yin[1399] estaba escuchando y han dicho: “Hemos oído una recitación asombrosa. (2) Guía a la rectitud. Hemos creído en ella y no damos poder a otro que a nuestro Señor. (3) Ensalzada sea Su grandeza. No ha tomado a ninguna identidad como compañera o hijo. (4) Ha sido un necio de entre nosotros quien ha inventado tal infamia contra Allah. (5) Pensábamos que ni los hombres ni los yin podían forjar embustes contra Allah. (6) Algunos hombres de entre los humanos –insan– han buscado la protección de ciertos hombres de entre los yin, lo que no ha hecho, sino aumentarles su iniquidad[1400]. (7) Pensaban, como pensabais vosotros, que Allah no resucitaría a nadie. (8) Queríamos rebuscar en el Cielo, pero encontramos en él una fuerte vigilancia y rocas incandescentes. (9) Solíamos sentarnos en él para escuchar, pero ahora quien intenta escuchar encuentra, emboscado, material ardiente que se lo impide. (10) No sabemos si se quiere extraviar a los que hay en la Tierra o si su Señor quiere guiarles. (11) Entre nosotros los hay que caminan con rectitud y los hay que no. Seguimos caminos divergentes. (12) Comprendimos que no podríamos impedir que se cumpliera el plan de Allah en la Tierra y que tampoco podríamos huir de Él. (13) En cuanto a nosotros, cuando hemos oído la guía, hemos creído en ella. Quien crea en su Señor no tendrá que temer disminución en el pago por sus obras ni injusticia alguna. (14) Entre nosotros los hay que están sometidos –muslimun– y los hay que actúan con iniquidad. Los que se someten siguen el camino de rectitud.” (15) Los infames serán la leña de yahannam. (16) Si actuasen con rectitud, les daríamos abundante agua de manantial y lluvias (17) para con ello probarles. A quien se aparte del recuerdo de su Señor le haremos entrar en un penoso castigo. (18) Los lugares de postración son de Allah. No invoquéis, pues, a otro que a Él. (19) Cuando el siervo de Allah Le invocaba, le rodeaban amontonados. (20) Declara que imploras a tu Señor y no das poder a ninguna otra entidad; (21) y que no tienes el poder de dañarles ni tampoco el de llevarles a la rectitud. (22) Adviérteles que nadie puede protegerte de Allah. Fuera de Él no encontrarás refugio alguno, (23) salvo si transmites lo que de Él recibes y Sus mensajes. Quien desobedezca a Allah y a Su Mensajero tendrá el fuego de yahannam en el que penará para siempre. (24) Cuando vean aquello que se les había anunciado, entenderán quién tenía el apoyo más débil y más exiguo. (25) Aclárales que tú no sabes si pronto se hará realidad aquello que se les ha anunciado o si tu Señor lo retrasará aún más. (26) El Conocedor del Ghaib –a nadie se lo muestra, (27) salvo a quien Le complace de Sus Mensajeros. Sobre ellos hay una estricta vigilancia (28) para saber si han transmitido los mensajes de su Señor. Él abarca todas sus acciones y todas las cosas están registradas y computadas.
[1399] Ver cuadro C3, artículo XII, Info 13 y apéndice G.
[1400] Ver artículo XIX y esquema 2 y 8 con sus textos.