GHAFIR
سُورَةُ غَافِرٍ
Mequinense
Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim
(1) Ha, Mim[1230]. (2) Descarga del Kitab[1231] de Allah –el Poderoso, el que Actúa Según Su Conocimiento, (3) el que Perdona las Faltas y Acepta el Arrepentimiento –el Fuerte Castigando, Soberano Absoluto[1232]. No hay ilah, sino Él. En Él confluyen todos los destinos. (4) No discuten las aleyas de Allah, sino los encubridores. Que no te lleve a engaño el ver cómo se mueven libremente por el país y usan de la astucia en sus negocios. (5) Antes de ellos ya habían negado la verdad la gente de Nuh y los coaligados después de ellos. Todas las umam[1233] se han levantado contra sus Mensajeros y han argumentado con falsedad para invalidar así la verdad. “Mas los sujeté. ¡Y cómo fue Mi castigo[1234]!” (6) De esta forma se hizo realidad la palabra de tu Señor contra los encubridores. En verdad que han de estar en el fuego. (7) Los que sostienen el Arsh y los que están a su alrededor declaran, alabándole, la perfección de su Señor más allá de toda contingencia. Creen en Él y piden perdón por los creyentes –“¡Señor nuestro! Tu rahmah y Tu conocimiento abarcan todas las cosas, perdona, pues, a quienes se arrepientan y sigan Tu camino. Líbrales del castigo del yahim. (8) ¡Señor nuestro! Haz que entren en los Jardines de Adn que les has prometido, a ellos y a cuantos hayan actuado con rectitud de entre sus padres, esposas y descendientes. Tú eres el Poderoso, el Sabio. (9) ¡Y líbrales del mal!” A quien se haya librado del mal ese Día, en verdad que se habrá tenido rahmah de él. Esos son los que habrán salido victoriosos. (10) Se llamará a los encubridores y se les dirá: “El odio de Allah hacia vosotros es mayor que el odio que sentíais cuando se os llamaba a la creencia y la encubríais.” (11) Dirán: “Señor nuestro, nos has hecho morir dos veces y dos veces nos has dado la vida. Reconocemos nuestras faltas. ¿Hay alguna forma de salir de este camino de perdición?” (12) Y ello porque cada vez que se invocaba únicamente a Allah, renegabais. En cambio, cuando se daba poder a otro que a Él, creíais. Mas el juicio pertenece a Allah –el Altísimo, el Grande. (13) Es Él Quien os muestra Sus signos y hace que descienda para vosotros sustento del Cielo. Mas sólo recapacitan los que a Él se vuelven arrepentidos. (14) Así pues, suplicad a Allah con sinceridad y devoción, aunque les repugne a los encubridores. (15) Es Él Quien eleva en rango a Sus criaturas, Señor del Arsh. Se hace descender el Ruh[1235] por orden Suya sobre aquel de Sus siervos que decide Su voluntad, para que advierta del Día del Encuentro. (16) El Día en el que salgan de la tierra desnudos, nada de lo que haya en su interior podrá ocultarse a Allah. ¿De quién será la soberanía ese Día? De Allah –el Único, el Dominador. (17) Cada nafs recibirá hoy lo que le corresponda, sin sufrir menoscabo alguno. Nadie, hoy, será tratado injustamente. Allah es rápido en hacer la cuenta. (18) Adviérteles del Día cercano en que los corazones llegarán encogidos a la garganta. No tendrán los infames en quién confiar ni intercesor que pueda redimirles. (19) Él conoce los ojos traidores y lo que ocultan en su interior. (20) Allah juzga con la verdad, mientras que esos a los que invocan en vez de a Él juzgan sin ningún fundamento. Allah tiene una clara percepción de todas las cosas. (21) ¿Acaso no van por la Tierra y ven cómo acabaron los que hubo antes de ellos? Tenían más poder y dejaron más vestigios de su paso por la Tierra, pero Allah los castigó por sus transgresiones y no tuvieron quien les protegiera de Él. (22) Y ello porque, habiéndoles llegado sus Mensajeros con la clarificación, encubrieron la verdad y Allah entonces los castigó. Él es el Fuerte, el Implacable Castigando. (23) Enviamos a Musa[1236] con Nuestros signos y una incontestable autoridad (24) a Firaun, a Haman y a Qarun, pero dijeron: “Es un mago farsante.” (25) Cuando fue a ellos con la verdad que le habíamos clarificado, dijeron: “¡Matad a los hijos de los que creen con él y dejad con vida a sus mujeres!” Pero las argucias de los incrédulos no son, sino extravío. (26) Dijo Firaun: “¡Dejadme que mate a Musa! Y que llame si quiere a su Señor, pues temo que cambie vuestro din o siembre la corrupción en esta tierra.” (27) Replicó Musa: “Me refugio en mi Señor, que es vuestro Señor, de la soberbia que impide al altivo creer en el Día de la Rendición de Cuentas.” (28) Dijo un hombre de la gente de Firaun que era creyente, pero ocultaba su creencia: “¿Vais a matar a un hombre porque dice: ‘Mi Señor es Allah,’ cuando os ha traído la clarificación que viene de vuestro Señor? Si miente, su mentira se volverá contra él. Mas si dice la verdad, os afligirá al menos algo de aquello con lo que os amenaza.” Allah no guía a los transgresores ni a los falaces. (29) “¡Gente mía! Hoy tenéis la soberanía sobre esta tierra, pero si nos llega el mal con el que Allah os quiera castigar, ¿quién nos librará de él?” Dijo Firaun: “No os muestro, sino lo que veo; y no os guío, sino a la correcta creencia.” (30) Dijo el que creía: “¡Gente mía! Temo que os llegue un día como el que les llegó a los coaligados, (31) que os suceda lo mismo que les sucedió a la gente de Nuh, a los Ad, a los Zamud y a los que hubo después de ellos.” No está en la voluntad de Allah oprimir a Sus siervos. (32) “¡Gente mía! Temo para vosotros el Día en que seáis reunidos. (33) El Día en el que queráis huir y no tengáis quien os defienda de Allah.” A quien Allah extravía, no hay quien le guíe. (34) “Ya antes os había llegado Yusuf con la clarificación, pero dudasteis de aquello que os transmitía. Cuando murió[1237], dijisteis: ‘Allah no enviará nunca más a ningún otro Mensajero después de él.’” Así es como Allah extravía a los escépticos transgresores (35) –aquéllos que discuten las aleyas de Allah, sin que se les haya dado ninguna autoridad para ello. Eso es algo que Allah y los creyentes detestan. Así sella Allah los corazones de los soberbios y opresores. (36) Dijo Firaun: “¡Haman! Constrúyeme una imponente edificación que me sirva de medio (37) para llegar a los Cielos y ver si realmente está ahí el ilah de Musa, pues mucho me temo que se trate de un impostor.” Así fue como se le hizo ver a Firaun que era correcta la maldad de lo que hacía, y fue desviado del camino. Su argucia no le trajo, sino perdición. (38) Dijo el que era creyente: “¡Gente mía! Seguidme y os guiaré a la verdadera creencia. (39) ¡Gente mía! La vida de este mundo no es, sino un efímero tránsito, pero la de Ajirah es la morada eterna.” (40) El que haya cometido una maldad recibirá un pago similar a esa maldad; y quien haya hecho un bien, sea hombre o mujer, y sea creyente, entrará en el Jardín, donde recibirá un sustento sin límite. (41) “¡Gente mía! ¿Cómo es que yo os invito a la salvación y vosotros me invitáis al fuego? (42) Me llamáis a que encubra a Allah y dé poder a aquello de lo que no tengo conocimiento, mientras que yo os llamo a que creáis en el Poderoso, en el Perdonador. (43) No hay duda de que eso a lo que me pedís que dé poder no puede ser invocado ni en esta vida ni en Ajirah”. A Allah es el retorno. Los transgresores estarán en el fuego. (44) “Mas ya os acordaréis de mis palabras. Confío mi asunto a Allah.” Él es consciente de la intención que mueve a actuar a Sus siervos. (45) Le protegió Allah del mal que tramaron contra él y se hizo realidad el terrible castigo que le había sido decretado a la gente de Firaun. (46) Se les muestra el fuego mañana y tarde[1238]. El Día que llegue la Hora, se dirá: “¡Arrojad a la gente de Firaun al más terrible de los castigos!” (47) Discutirán en el fuego. Dirán los pusilánimes a los soberbios: “Fuimos vuestros seguidores. ¿Podéis dispensarnos un poco de la aflicción del fuego?” (48) Dirán los soberbios: “Todos estamos en él. Allah ha juzgado a Sus siervos.” (49) Dirán los que estén en el fuego a los guardianes de yahannam: “¡Pedid a vuestro Señor que nos aligere por un día el tormento!” (50) Les responderán: “¿Acaso no os llegaron vuestros Mensajeros con la clarificación?” Dirán: “En verdad que nos llegaron.” “Suplicad entonces,” pero la súplica de los encubridores no es, sino vano extravío. (51) Apoyaremos a Nuestros Mensajeros y a los creyentes en la vida de este mundo y en el Día de la Testificación. (52) El Día en el que no aprovechen a los infames sus excusas, se les maldiga y tengan el peor lugar en el que morar. (53) Le dimos a Musa la guía e hicimos que los Banu Isra-il heredasen el Kitab[1239] (54) –guía y recuerdo para los dotados de entendimiento. (55) Así pues, resiste[1240]. La promesa de Allah es verdadera. Pide perdón por tus faltas y declara, alabándole de noche y al alba, la perfección de tu Señor más allá de toda contingencia. (56) Los que discuten las aleyas de Allah sin autoridad alguna sólo almacenan en su interior soberbias ambiciones que nunca verán realizadas. Busca, pues, la protección de Allah. Él está atento a todo cuanto acontece en Su creación, y percibe la intención que os mueve a actuar. (57) La creación de los Cielos y de la Tierra es mayor que la creación de los hombres –nas. Sin embargo, la mayoría de ellos no es consciente de esta realidad. (58) No son iguales el ciego y el que ve, ni los que creen y actúan con rectitud son iguales a los que actúan con maldad. Qué poco es lo que reflexionáis. (59) La Hora ha de venir, no hay duda de ello. Sin embargo, la mayoría de los hombres –nas– no cree. (60) Dice vuestro Señor: “Suplicadme[1241] y os responderé, pero aquellos cuya soberbia les impida adorarme entrarán humillados en yahannam.” (61) Es Allah Quien ha establecido la noche para que en ella tengáis descanso y el día para que podáis percibir las cosas con claridad. Allah no cesa de agraciar a los hombres. Sin embargo, la mayoría de ellos son ingratos. (62) Ese es Allah, vuestro Señor, el Creador de todas las cosas. No hay ilah, sino Él. Sin embargo, os desviáis negando la realidad. (63) Así se desvían los que niegan las aleyas de Allah, aun sabiendo que es en ellas donde está la verdad. (64) Es Allah Quien ha hecho para vosotros la Tierra un lugar fijo, inmóvil y estable, y el cielo una edificación. Os ha conformado de la mejor manera y os sustenta con lo bueno que ha creado. Ese es Allah, vuestro Señor. Bendito sea Allah, el Señor de Todos los Dominios [1242] (65) –el Viviente, no hay ilah, sino Él. Invocadle con sinceridad y devoción. ¡Alabado sea Allah, el Señor de Todos los Dominios! (66) Infórmales de que se te ha prohibido adorar a los que dan poder en vez de a Allah después de haberte llegado la clarificación de tu Señor, y de que se te ha ordenado someterte al Señor de Todos los Dominios. (67) Es Él Quien os ha creado de tierra, luego de un agua fecundadora eyaculada, luego de un coágulo alargado. Luego hace que salgáis como niños para que después lleguéis a la madurez y alcancéis la ancianidad –si bien algunos de vosotros mueren antes– y cumpláis así un plazo fijado, y para que todo ello os haga razonar. (68) Es Él Quien da la vida y da la muerte. Cuando ha decidido un asunto, Le basta con decirle: “Sé”, y es. (69) ¿Acaso no has visto cómo se desvían los que discuten los signos de Allah? (70) Esos que han renegado del Kitab y de aquello con lo que hemos enviado a Nuestros Mensajeros, pero ya sabrán. (71) Con argollas en el cuello y cadenas, serán arrastrados (72) al agua hirviente, y luego se agitarán en el fuego. (73) Después se les dirá: “¿Dónde están esos a los que dabais poder (74) en vez de a Allah?” Responderán: “Se han apartado de nosotros. No tenían ningún poder.” Así es como Allah extravía a los encubridores. (75) Y ello por haberos jactado en la Tierra sin derecho y haber sido altivos. (76) Entrad en yahannam por sus puertas. Allí permaneceréis para siempre. ¡Qué mal refugio el de los soberbios! (77) Así pues, resiste. La promesa de Allah es verdadera. Podría ser que te hiciéramos ver parte de aquello con lo que les hemos amenazado o que te recibiéramos. A Nosotros han de volver. (78) Ya antes de ti habíamos enviado Mensajeros. De algunos de ellos te hemos contado la historia y de otros no. A ningún Mensajero le es dado traer un signo si no es por la voluntad de Allah. Cuando llega la orden de Allah, se ejecuta irremisiblemente, y es perdición para los embaucadores. (79) Es Allah Quien ha puesto a vuestra disposición los animales de rebaño para que montéis en ellos y de ellos comáis. (80) En ellos tenéis otros muchos beneficios –os transportan por tierra hasta que alcanzáis vuestros destinos, de la misma forma que las naves os transportan por mar. (81) Os muestra Sus signos. ¿Y qué signos de Allah negaréis? (82) ¿Acaso no van por la Tierra y ven cómo acabaron los que hubo antes de ellos? Eran más numerosos y fuertes, y dejaron más vestigios de su paso por la Tierra, pero de nada les sirvió lo que atesoraron. (83) Cuando les llegaron sus Mensajeros con la clarificación, se jactaron del conocimiento que tenían, y les sitió aquello de lo que se burlaban. (84) Mas al ver que se les avecinaba Nuestro castigo, dijeron: “Creemos en Allah, sólo en Él, y renegamos de aquellos a los que dábamos poder.” (85) De nada sirve creer una vez que se vislumbra Nuestro castigo –sunnah de Allah, la cual ha aplicado siempre a Sus siervos, y es perdición para los encubridores.
[1230] Ver artículo IV.
[1231] Ver capítulo XIV y esquema 19.
[1232] Ver artículo XV.
[1233] Ver Info 22.
[1234] Ver artículo XXII.
[1235] Ver artículo XVIII.
[1236] Ver artículo XX e Info 24.
[1237] Ver artículo XX.
[1238] Ver artículo XXI.
[1239] Ver artículo XIV y esquema 19.
[1240] Ver Info 26.
[1241] Otro ejemplo de interpolación del discurso de Allah el Altísimo en el texto general. Ver artículos III y XXII.
[1242] Ver artículo XXI.