AL-AZHAB
سُورَةُ الأَحْزَابِ
Medinense
Bismil-lahi-r Rahmani-r Rahim
(1) ¡Profeta! Toma en serio las advertencias de Allah[1137] y no obedezcas a los encubridores ni a los hipócritas. Allah actúa y juzga según Su conocimiento, y es el Sabio. (2) Antes bien, sigue lo que se te inspira de tu Señor. Allah tiene el registro completo de todas vuestras acciones. (3) Abandónate en Allah. Allah basta como protector[1138]. (4) Allah no le ha dado al hombre el tener dos corazones en el pecho ni ha hecho que vuestras esposas a las que divorciáis sean la espalda de vuestras madres[1139] ni ha hecho que los que adoptáis sean vuestros hijos. Esas son meras palabras que salen de vuestras bocas, pero Allah dice la verdad y guía al camino de rectitud. (5) Llamadles por el nombre de sus padres. Eso es más justo ante Allah. Mas si no conocierais a sus padres, son vuestros hermanos en el Din y vuestros pupilos. No incurrís en falta en aquello que hagáis por error, sino en lo que salga de vuestros corazones teniendo plena consciencia de ello. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (6) El Profeta tiene más derecho sobre los creyentes que ellos mismos, y deberán tratar a sus esposas como si fueran sus madres. La relación de consanguinidad en el Kitab de Allah es antes que la que se tenga con los creyentes y con los que hayan emigrado –muhayirin, salvo lo que es debido a vuestros compañeros. Así está registrado en el Kitab lineado[1140]. (7) Cuando hicimos el pacto con los profetas –contigo, con Nuh, con Ibrahim, con Musa y con Isa hijo de Mariam– fue un pacto solemne, (8) para constatar la veracidad de los veraces. A los encubridores les ha preparado un doloroso castigo. (9) ¡Creyentes! Recordad la gracia que Allah tuvo con vosotros cuando os llegó un ejército y mandamos contra él un viento huracanado y soldados que no veíais. Allah es consciente de la intención que os mueve a actuar. (10) Os llegaban de todas partes. Los ojos bizqueaban y los corazones llegaban hasta la garganta, y elucubrabais sobre Allah. (11) Allí los creyentes fueron puestos a prueba y sacudidos hasta en lo más profundo de su ser. (12) Los hipócritas y aquellos que tenían una enfermedad en el corazón decían: “Lo que Allah y Su Mensajero nos habían prometido no ha resultado ser, sino un engaño.” (13) Una de las taifas dijo: “¡Gentes de Yazrib[1141]! ¡No podréis resistir! Volveos.” Hubo otros que pidieron dispensa al Profeta diciendo: “Nuestras casas han sido dañadas,” pero no habían sido dañadas, tan sólo querían abandonar la lucha. (14) Si el enemigo hubiese tomado la ciudad y después les hubiesen llamado a la rebelión, les habrían seguido sin necesidad de que les forzasen a ello. (15) Sin embargo, ya antes habían pactado con Allah que no se echarían atrás. El pacto con Allah exige cumplimiento. (16) Hazles entender que de nada sirve huir de la muerte o de la lucha, pues aun si lo lograsen, ¿cuánto más vivirían? (17) ¿Quién podría impedir que se cumpliera la voluntad de Allah si quisiera causaros algún mal o tener rahmah de vosotros? Aparte de Allah no encontrarían quien les protegiera ni en quien apoyarse. (18) Allah conoce a los que de vosotros ponen obstáculos para impedir que la gente siga al Mensajero, y a los que apenas toman parte en la lucha y dicen a sus hermanos: “¡Eh, venid a nosotros!” (19) Son avarientos con vosotros. Cuando sienten miedo, los ves que te miran con los ojos vueltos, como el que se desvanece ante la muerte. Cuando el miedo se aleja, os ofenden con su mordacidad, codiciosos de los bienes que habéis obtenido. Esos no creen y Allah ha hecho vanas sus obras. Eso es fácil para Allah. (20) Contaban con que los coaligados no se retirarían. Si vinieran de nuevo, ellos preferirían estar en el desierto con los beduinos, informándose de vuestra suerte. Si estuvieran con vosotros, poco es lo que se involucrarían en la lucha. (21) En el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día, y le haga recordarle constantemente la creación de Allah. (22) Cuando los creyentes vieron a los coaligados, dijeron: “Esto es lo que Allah y Su Mensajero nos habían prometido. Allah y Su Mensajero han dicho la verdad,” y no hizo, sino aumentar su iman y su entrega. (23) Entre los creyentes hay hombres que han sido fieles a su pacto con Allah. Los hay que ya han dado su vida y los hay que esperan, pero en nada ha cambiado su posición, (24) y ello para que Allah recompense a los veraces por su sinceridad y castigue a los hipócritas o acepte su arrepentimiento según Su voluntad. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (25) Allah hace que la ira de los encubridores se vuelva contra ellos mismos, de forma que pierdan toda ventaja en la lucha. Allah les basta a los creyentes en el combate. Allah es el Fuerte, el Poderoso. (26) Arrojando terror en sus corazones, hizo bajar de sus fortificaciones a aquéllos de la Gente del Kitab que les habían ayudado. A unos los matasteis y a otros los hicisteis prisioneros. (27) Os ha hecho heredar su tierra, sus casas y sus riquezas, además de un territorio[1142] al que no teníais acceso. Allah tiene el poder sobre todas las cosas. (28) ¡Profeta! Aclara a tus esposas que si lo que desean es la vida de este mundo y su fascinación, pueden venir para que les aprovisiones y las dejes ir de la mejor manera, (29) pero si lo que desean es la complacencia de Allah y de Su Mensajero, así como la morada de Ajirah, que sepan que Allah ha preparado para quienes de ellas actúen con rectitud un inmenso galardón. (30) ¡Mujeres del Profeta! A la que de vosotras cometa un acto claro de indecencia se le doblará el castigo. Eso es fácil para Allah. (31) Y a la que de vosotras sea obediente a Allah y a Su Mensajero, y actúe con rectitud, le retribuiremos doblemente y le prepararemos un generoso sustento. (32) ¡Mujeres del Profeta! No sois como las demás mujeres. Si tenéis temor, no seáis complacientes al hablar de manera que podáis despertar el deseo en aquellos en cuyo corazón haya una enfermedad. Hablad, pues, de forma adecuada. (33) Permaneced en vuestras casas, y no mostréis vuestros encantos como en el tiempo de la ignorancia –yahiliyyah. Estableced la salah, entregad la zakah y obedeced a Allah y a Su Mensajero. ¡Gente de la casa! Allah sólo quiere purificaros y manteneros alejados de lo reprobable. (34) Tened presentes las aleyas de Allah que se recitan en vuestras casas y la Hikmah que escucháis. Allah es el Sutil, y tiene el registro completo de todas las cosas. (35) Allah pondrá a salvo de que les toque el castigo a los musulmanes y a las musulmanas, a los creyentes y a las creyentes, a los piadosos y a las piadosas, a los veraces y a las veraces, a los que resisten y a las que resisten, a los temerosos y a las temerosas, a los que dan y a las que dan de su provisión, a los que ayunan y a las que ayunan, a los virtuosos y a las virtuosas, y a los que recuerdan mucho a Allah y a las que Le recuerdan. Para todos ellos ha preparado Allah un enorme galardón. (36) No deben los creyentes ni las creyentes elegir cuando Allah y Su Mensajero han decidido un asunto. Quien desobedezca a Allah y a Su Mensajero habrá caído en un claro extravío[1143]. (37) Cuando le dijiste a aquel a quien Allah había favorecido y al que también tú habías favorecido: “Retén a tu esposa y teme a Allah,” mientras escondías en tu interior, por temor a los hombres, lo que Allah mostraría, y Allah es más digno de ser temido. De manera que cuando cesó el deseo de Zaid hacia su esposa, te la dimos a ti en matrimonio para que los creyentes no tuvieran ningún impedimento en casarse con las mujeres de sus hijos adoptivos, siempre que éstos no tuvieran ya deseo de seguir con ellas. El plan de Allah es inexorable. (38) No debe el Profeta sentir presura en lo que Allah le ha prescrito. Esa ha sido siempre la sunnah de Allah con los que ya pasaron –no se puede eludir el plan de Allah– (39) con los que transmitieron los mensajes de Allah y sólo a Él temieron. Allah basta para llevar la cuenta. (40) Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Mensajero de Allah y el sello de los Profetas. Es Allah Quien tiene el conocimiento de todo cuanto existe, y según él actúa. (41) ¡Creyentes! Manteneos en el recuerdo constante de Allah, (42) y adoradle mañana y tarde. (43) Es Él quien derrama Su gracia sobre vosotros y Sus malaikah la distribuyen para sacaros de las tinieblas a la luz, y es compasivo con los creyentes. (44) El saludo que recibirán el Día en que se encuentren con Él será –salam. Les habrá preparado una generosa acogida. (45) ¡Profeta! Te hemos enviado como testigo, como anunciador de buenas nuevas y como advertidor (46) para que llames a la gente a Allah, siguiendo Su voluntad, y como una lámpara resplandeciente. (47) Anuncia a los creyentes la buena nueva de que recibirán de Allah mucho más de lo que les corresponde por sus acciones. (48) No obedezcas a los encubridores ni a los hipócritas, ni tomes en consideración sus ofensas[1144]. Abandónate en Allah. Allah basta como protector. (49) ¡Creyentes! Si os casáis con mujeres creyentes y luego las divorciáis sin haber tenido relaciones sexuales con ellas, no tenéis que contar ningún periodo de espera. Beneficiarlas con algo que les deis y terminad vuestra relación matrimonial de la mejor manera. (50) ¡Profeta! Te hacemos lícitas tus esposas, a las que diste sus correspondientes dotes, y las cautivas que Allah te haya dado como botín, y las hijas de tus tíos maternos y las de tus tías maternas que hayan emigrado contigo, y cualquier mujer creyente que se ofrezca al Profeta si el Profeta quiere tomarla en matrimonio. Esto es exclusivo para ti, no para los creyentes. Sabemos lo que les hemos hecho preceptivo a ellos en lo referente a sus esposas y a las cautivas que posean, y ello para que no sientas presura. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (51) Difiere el turno de la que quieras de ellas y recibe a la que quieras. Y si deseas alguna que hayas mantenido apartada, no incurres en falta si la traes de nuevo. Esto será para ellas un consuelo, de modo que no se sientan abatidas y estén satisfechas con lo que les des. Allah conoce lo que hay en vuestros corazones. Allah actúa según Su conocimiento, y controla Su ira. (52) Después de lo que se te acaba de mencionar, no son lícitas para ti otras mujeres ni que dejes a una de tus esposas para sustituirla por otra, aunque te admire su belleza, a excepción de las cautivas que poseas. Nada queda fuera de la atenta observación de Allah. (53) ¡Creyentes! No entréis en las estancias del Profeta, a menos que os de permiso y os invite a comer. Mas no estéis esperando a que ocurra. Si sois invitados, entrad, y una vez hayáis comido, retiraos y no os quedéis hablando con familiaridad. Eso es algo que le molesta al Profeta, pero le da vergüenza decíroslo. Allah no se avergüenza de la verdad. Y cuando les pidáis a ellas algún menester, hacedlo desde detrás de una cortina. Esto es más puro para vuestros corazones y para los suyos. No le causéis ningún perjuicio al Mensajero de Allah. No os está permitido, bajo ningún concepto, casaos con sus esposas cuando él ya no esté. Eso sería muy grave ante Allah. (54) Tanto si mostráis algo como si lo ocultáis, sabed que Allah tiene el conocimiento de todo cuanto existe, y según él actúa. (55) Ellas no incurren en falta[1145] en cuanto a sus padres, hijos, hermanos, hijos de sus hermanos y de sus hermanas, sus mujeres y sus cautivos. Y que teman a Allah, pues nada se esconde a Su conocimiento. (56) Allah y Sus malaikah alaban al Profeta. ¡Creyentes! Alabadle y saludadle con un saludo de paz. (57) A los que ofendan a Allah y a Su Mensajero, Allah los maldecirá en esta vida y en la de Ajirah. Les ha preparado un ignominioso castigo. (58) Los que ofendan a los creyentes y a las creyentes sin nada que lo justifique habrán cargado con una calumnia y un flagrante delito. (59) ¡Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con sus túnicas[1146] para que de esta forma se las reconozca y no se las ofenda. Allah es el Perdonador, el Compasivo. (60) Si los hipócritas, los que tienen una enfermedad en el corazón y los que crean discordia en Medina no deponen su actitud, te daremos un claro dominio sobre ellos y, luego, no podrán seguir oprimiéndote, sino por un poco más de tiempo. (61) ¡Malditos sean! Allí donde quiera que los encontréis, capturarlos y matadlos (62) –sunnah de Allah con los que ya pasaron. No encontrarás en la sunnah de Allah ningún cambio. (63) Te pregunta la gente –nas– acerca de la Hora. Aclárales que solamente Allah tiene ese conocimiento. Cómo, pues, podrías saber si la Hora está cerca. (64) Allah maldice a los encubridores y les ha preparado el sair[1147]. (65) En él permanecerán para siempre, y no encontrarán quien les proteja ni en quien apoyarse. (66) El Día en que se les ponga de cara contra el fuego dirán: “¡Ojalá hubiéramos obedecido a Allah y al Mensajero!” (67) Dirán: “¡Señor nuestro! En realidad obedecimos a la gente importante de nuestro tiempo[1148], y fueron ellos los que nos extraviaron del camino. (68) ¡Señor nuestro! Dóblales el castigo y maldícelos.” (69) ¡Creyentes! No seáis como los que ofendieron a Musa diciendo de él lo que más tarde Allah mostraría ser falso[1149]. Él tiene ante Allah una honorable posición. (70) ¡Creyentes! Tomad en serio las advertencias de Allah y hablad juiciosamente. (71) Vuestras obras serán aceptadas y perdonará vuestras faltas. Los que obedezcan a Allah y a Su Mensajero, esos son los que saldrán victoriosos. (72) Ofrecimos ser depósito de la consciencia a los Cielos, a la Tierra y a las montañas, pero rechazaron cargar con ella, llenos de temor. Cargó con ella el hombre –insan. En verdad que mostró ser opresor consigo mismo e ignorante. (73) Y ello para que Allah castigara a los hipócritas y a las hipócritas, a los idólatras y a las idólatras, y aceptara el arrepentimiento de los creyentes y de las creyentes[1150]. Allah es el Perdonador, el Compasivo.
[1137] Ver Info 9.
[1138] Ver Info 21.
[1139] En alusión a la fórmula: “Se para mí como la espalda de mi madre,” aceptada entre los árabes paganos como declaración de divorcio.
[1140] Ver artículo XIV.
[1141] Nombre original de la ciudad de Medinah al-Munawara.
[1142] Probablemente se esté haciendo referencia a Jaibar, una región situada a unos 140 kilómetros al norte de Medina, que gozaba de excelentes condiciones para la agricultura. Al mismo tiempo, su parte rocosa era muy propicia para levantar fortificaciones de defensa. Estaba habitada en su totalidad por tribus judías activamente hostiles al Profeta y a los musulmanes. A partir de su conquista, se mantuvo su tradicional forma de vida y su economía, pero cesaron por completo las hostilidades contra los musulmanes.
[1143] Ver apéndice O.
[1144] Ver Info 21.
[1145] Refiriéndose a que pueden estar con esos familiares y con sus esclavos sin necesidad de cubrirse.
[1146] Las mujeres llevaban una túnica o una pieza grande de tela que les cubría la cabeza y les llegaba casi hasta los pies. Sin embargo, la túnica normalmente estaba abierta con lo que las mujeres mostraban el escote de sus vestidos. Allah el Altísimo les pide que utilicen la túnica para cubrir lo que sus vestidos dejaban al descubierto.
[1147] Ver referencia F17.
[1148] Ver Infos 7 y 8.
[1149] Hay numerosos ahadiz recogidos por Bujari y Muslim que mencionan este incidente, si bien con elementos disonantes que les quitan credibilidad. No obstante, el tema general podría ser correcto. Según estas transmisiones, los Banu Isra-il solían bañarse juntos, algo que no agradaba a Musa, pues su pudor le impedía desnudarse delante de los demás. Cubría siempre su cuerpo por entero y se bañaba en lugares apartados donde nadie le pudiera ver. Este recato hizo pensar a los Banu Isra-il que tenía algún tipo de enfermedad en la piel o alguna otra anomalía y empezaron a difundir diversos bulos al respecto –lepra, una hernia inguinal con gran abultamiento del escroto (bolsa que sostiene a los testículos) y otros rumores parecidos. Un día, sin embargo, en el que se estaba bañando en el río, dejó la ropa sobre una piedra y comenzó a lavarse. Cuando hubo terminado, se dirigió hacia la roca para coger su vestimneta, pero ésta comenzó a volar. Musa corría detrás de ella gritándole: “¡Mi ropa, mi ropa!” Entonces los Banu Isra-il que estaban cerca de allí le vieron correr desnudo y pudieron comprobar así que su cuerpo estaba sano y libre de cualquier anomalía física. Muy probablemente el escenario fuese otro –la piedra no voló y simplemente pasaron por allí algunos de los Banu Isra-il y le vieron desnudo mientras se estaba vistiendo, o alguna otra situación parecida.
No obstante, la enseñanza que podemos extraer de esta aleya está relacionada con el hecho de que elucubrar dhan-na ظَنَّ puede llevarnos al kufur, ya que nos hace imaginar situaciones que en muchos casos no tienen nada que ver con la realidad –tenemos un claro ejemplo de ello cuando la gente de Medina comenzó a elucubrar, a suponer y a imaginar lo que había sucedido con ‘Aishah cuando se quedó atrás y volvió sola con uno de los que iban en la expedición. Pregunta Allah el Altísimo a los creyentes: “¿Por qué no pensaron bien?” Es decir, ¿por qué pensaron y aceptaron en sus corazones la peor opción cuando no tenían ninguna evidencia para ello? En la aleya 12 de la sura 49 – al huyurat, se nos advierte de nuevo que elucubrar puede llevarnos al kufur, puede ser pecaminoso y puede crear discordia entre la gente.
[1150] En estas dos aleyas tenemos contenida toda la trama existencial. En esta creación, Allah el Altísimo ha diseñado las condiciones, las reglas del juego que deben regir y que son inamovibles. Más tarde, ha arrojado a la existencia a un número inconmensurable de seres humanos –insan– todos ellos distintos unos de otros, con características diferentes y diferentes combinaciones de las mismas. A continuación, les ha dado la guía, el sistema profético, kutub y Profetas. Unos han seguido esa guía y otros, la mayoría, han seguido el extravío –la guía que en cada momento Iblis les ofrecía. La vida en dunia no tiene otro sentido para Allah el Altísimo que comprobar quién ha seguido el camino de rectitud, que lleva al Jardín, y quién ha seguido el camino de la perdición, que lleva al fuego.